Hombre ganado al
afecto de tantos que los conocieron, la muerte de Luján a despertado
evocaciones múltiples sobre su generoso accionar en la vida.
Yo entre tantas
cosas en que lo puedo recordar está en el hecho de ser uno de mis protagonistas
vivos de mi primera experiencia en el libro, puesto que Luján es uno de los
principales personajes de reparto en el último capítulo – el más reciente en el
tiempo- de mi obra titulada LA CANDELARIA..
Pasen y vean
Con la pistola de soldador a la que los muchachos llamaban “la lámpara de
Aladino”, el padre Aurelio Muñoz del Val puso al rojo la cabeza del único
cilindro del motor que activaría el móvil de Radio Misión Salesiana.
Luján Muñiz Walquer, ni bien vio rojo el émbolo, inició el bombeo y con ello en pocos instantes se pudo salir al aire, a once kilómetros de los estudios centrales.
El día anterior se ensayó con el equipo de radioaficionado del flaco y no había salid mal la experiencia. Pero ahora Jesús María Canales -l jefe de teléfonos- se ofreció para que mediante la extensión de un cable hasta la central, la señal viajara hasta La Candelaria, donde la radio del pueblo había comenzado sus transmisiones cuatro años antes.
La Central estaba allí cerca de la cancha, en la zona del puerto.
En esa oportunidad se había incorporado al equipo de la broadcasting un joven técnico de correos: Juan Manuel Lucio, el que tendría la responsabilidad de acompañar con su comentario la fatigosa tarea del relator de fútbol, que era además comentarista de automovislismo y de cuanta actividad se presentara en el festivo Río Grande de 1966.
El pueblo festejaba el día de Don Bosco -su santo patrono- y el padre Forgacz, párroco y presidente de la Asociación de Fútbol Amateurs organizó un certamen, que por vez primera reunió en una confrontación a las cuatro localidades fueguinas: Ushuaia, Porvenir, Cerro Sombrero y nosotros… así, sin fronteras.
El padre José tenía en su haber no sólo ser el promotor de las mejores jornadas del balompié local, sino que otros ámbitos había facilitado la integración mediante el deporte: en 1944 estando en San Julián, organizó el Territorial de Santa Cruz, tupiéndole el triunfo a los locales; en 1960 programó el Campeonato de Ushuaia, del que participaron además de los capitalinos Río Grande y Porvenir, con victoria ushuaiense; en 1964 el Triangular de Río Grande en homenaje al párroco porvenireño Mario Zavataro, donde ganó escuadra… Y ahora este cuadrangular que según dijo Leonor María Piñero –periodista “deportiva en su periódico El Austral: “hablan mucho a favor de la personalidad de este sacerdote que jamás permaneció inactivo en los medios en que le tocó actuar”.
Y junto al espectáculo deportivo el milagro de las comunicaciones con la presencia de Radio Misión en el campo de juego del Club San Martín -seguida en el relato de ese rosario que trabajaba en Tennesse- atando a todos lo hogares y a los vehículos que cerraban el recuadro del estadio a la frecuencia de 1450 kh, en el extremo del dial.
Fue en 1962 en el día de la aparición de la Santísima Virgen de Lourdes -es decir el 11 de febrero- cuando salió al éter con carácter experimental pero con un éxito sorprendente Radio Misión Salesiana. Las crónicas escritas por el padre superior reflejan la emoción de ese momento: “desde el pueblo, desde el Batallón y desde Ushuaia dieron informes sorprendentes tanto de la intensidad como de la calidad: ¡Gloria a Dios, autor de todo bien!, ¡Gloria a su Purísima Madre!, que quiso reservarse este día para darnos este consuelo y esta santa alegría; ¡Gloria a nuestro santo padre Don Bosco!, que puso en sus hijos estas inquietudes de ansias de apostolado…”
El trabajo de montaje estuvo precedido por no pocas dificultades. El 9 de febrero se necesitaron tres caños más para la antena de la Broadcasting, esa misma noche se había estrenado con éxito el nuevo transmisor de aficionados de 500w. Todas estas tareas fueron encomendadas casi exclusivamente a los estudiantes de teología Mereu y Calzado, que sacrificando sus merecidas vacaciones – y aún muchas horas de expansión durante el año escolar- construyeron e instalaron la estación de un kilowatz.
Mil penurias quedaron en el camino: falta de energía eléctrica, reparación y construcción total del transformador de poder y modulación, como las dignas de recuerdo. Y tras ellos la mirada severa de los que mientras el gran acontecimiento ocurría, debían rodear en el segundo Cabo, clasificar los corderos y preparar la guía de campaña.
La presencia del conjunto folklórico “Los Chilicotes”, unos días antes, había impulsado a los subdiáconos a estrenar la radio con ellos, pero no dieron los recursos técnicos… con lo que la emisión inaugural fue más que humilde.
De allí en más Radio Misión fue la presencia amena y sincera de 13 a 15 horas -todos los días- completando los entretenimientos que provenían de las emisoras de Gallegos y Punta Arenas.
Pero volvamos a 1966… porque ese verano -en tiempos en que pocos sabían de veraneos en el norte- la pasión del fútbol había alcanzado su punto más alto, con la clasificación de Río Grande ante la selección de Sombrero en un tres a cero y la final con Ushuaia que marcaba rivalidades presentes en tantos pero tantos aspectos.
Es así como en ese domingo 30 de enero, el Fiat Topolino verde -que ajustadamente guardaba en su camada el equipamiento de exteriores- llevó a la cancha en su cabina las dispares anatomías de Muñiz y Muñoz, dispuestos a transmitir el clásico fueguino.
La escuadra riograndense formó en esa oportunidad con Jesús Medina en el arco, y las figuras de Washington Salinas, el Cabezón Bernabé Hernández, Sombra Almonacid, Cacho e´Toro Barrientos, el Negro Albornoz, Chaipa Barrientos, el Negro Escobar; Pirulo García y el Sordo Juan Andrés, como suplentes.
El árbitro del encuentro fue el Sr. Guillermo Pompatín Villagrán –referee de la Asociación de Árbitros de Chile- que vino acompañando a la delegación de Cerro Sombrero, siendo jueces de línea el Gringo Clausen y Barría.
Un público alborotado y alborozado constituía la barra brava a la que dio ánimos el relato de Juan José Degratti:
“Faltan dos minutos para la finalización del partido… el encuentro sigue cero a cero. Ushuaia y Río Grande no han conseguido quebrar la paridad.
El balón se encuentra en poder de la gente de Río Grande… Albornoz para Escobar -¡negro para el negro!- Escobar eludiendo a un contrario ingresa en el área chica del equipo de Ushuaia… ¡viene el disparo!... de zurda… y contiene la pelota Paz,… se cuelga de ella, al vuelo, el arquero visitante.
¡Paz pierde la pelota!... ¡peligra el arco visitante!... se acerca al balón Luchín… cae el arquero… confusión en el área… Luchín… la pelota… ¡Goooooooooooool!
¡Gol de Río Grande!... ¡Río Grande uno… Ushuaia cero!
Los acontecimientos se aceleraron. La hinchada sacudía latas con piedras -de las tantas que constituían el pedrero del San Martín- agregando bulla a sus festejos.
Es que un dedo travieso había atacado desde atrás al Zurdo Paz, cuadno había alzado vuelo el balón… y la sorpresa llevó a que lo soltara.
Fue por eso que sin saber nadie el por qué, el arquero ofendido lo corrió al “Chaipa” hasta que éste encontró refugio bajo las sotanas del Padre Muñoz, que esgrimió en su defensa… “la lámpara de Aladino”.
Luján Muñiz Walquer, ni bien vio rojo el émbolo, inició el bombeo y con ello en pocos instantes se pudo salir al aire, a once kilómetros de los estudios centrales.
El día anterior se ensayó con el equipo de radioaficionado del flaco y no había salid mal la experiencia. Pero ahora Jesús María Canales -l jefe de teléfonos- se ofreció para que mediante la extensión de un cable hasta la central, la señal viajara hasta La Candelaria, donde la radio del pueblo había comenzado sus transmisiones cuatro años antes.
La Central estaba allí cerca de la cancha, en la zona del puerto.
En esa oportunidad se había incorporado al equipo de la broadcasting un joven técnico de correos: Juan Manuel Lucio, el que tendría la responsabilidad de acompañar con su comentario la fatigosa tarea del relator de fútbol, que era además comentarista de automovislismo y de cuanta actividad se presentara en el festivo Río Grande de 1966.
El pueblo festejaba el día de Don Bosco -su santo patrono- y el padre Forgacz, párroco y presidente de la Asociación de Fútbol Amateurs organizó un certamen, que por vez primera reunió en una confrontación a las cuatro localidades fueguinas: Ushuaia, Porvenir, Cerro Sombrero y nosotros… así, sin fronteras.
El padre José tenía en su haber no sólo ser el promotor de las mejores jornadas del balompié local, sino que otros ámbitos había facilitado la integración mediante el deporte: en 1944 estando en San Julián, organizó el Territorial de Santa Cruz, tupiéndole el triunfo a los locales; en 1960 programó el Campeonato de Ushuaia, del que participaron además de los capitalinos Río Grande y Porvenir, con victoria ushuaiense; en 1964 el Triangular de Río Grande en homenaje al párroco porvenireño Mario Zavataro, donde ganó escuadra… Y ahora este cuadrangular que según dijo Leonor María Piñero –periodista “deportiva en su periódico El Austral: “hablan mucho a favor de la personalidad de este sacerdote que jamás permaneció inactivo en los medios en que le tocó actuar”.
Y junto al espectáculo deportivo el milagro de las comunicaciones con la presencia de Radio Misión en el campo de juego del Club San Martín -seguida en el relato de ese rosario que trabajaba en Tennesse- atando a todos lo hogares y a los vehículos que cerraban el recuadro del estadio a la frecuencia de 1450 kh, en el extremo del dial.
Fue en 1962 en el día de la aparición de la Santísima Virgen de Lourdes -es decir el 11 de febrero- cuando salió al éter con carácter experimental pero con un éxito sorprendente Radio Misión Salesiana. Las crónicas escritas por el padre superior reflejan la emoción de ese momento: “desde el pueblo, desde el Batallón y desde Ushuaia dieron informes sorprendentes tanto de la intensidad como de la calidad: ¡Gloria a Dios, autor de todo bien!, ¡Gloria a su Purísima Madre!, que quiso reservarse este día para darnos este consuelo y esta santa alegría; ¡Gloria a nuestro santo padre Don Bosco!, que puso en sus hijos estas inquietudes de ansias de apostolado…”
El trabajo de montaje estuvo precedido por no pocas dificultades. El 9 de febrero se necesitaron tres caños más para la antena de la Broadcasting, esa misma noche se había estrenado con éxito el nuevo transmisor de aficionados de 500w. Todas estas tareas fueron encomendadas casi exclusivamente a los estudiantes de teología Mereu y Calzado, que sacrificando sus merecidas vacaciones – y aún muchas horas de expansión durante el año escolar- construyeron e instalaron la estación de un kilowatz.
Mil penurias quedaron en el camino: falta de energía eléctrica, reparación y construcción total del transformador de poder y modulación, como las dignas de recuerdo. Y tras ellos la mirada severa de los que mientras el gran acontecimiento ocurría, debían rodear en el segundo Cabo, clasificar los corderos y preparar la guía de campaña.
La presencia del conjunto folklórico “Los Chilicotes”, unos días antes, había impulsado a los subdiáconos a estrenar la radio con ellos, pero no dieron los recursos técnicos… con lo que la emisión inaugural fue más que humilde.
De allí en más Radio Misión fue la presencia amena y sincera de 13 a 15 horas -todos los días- completando los entretenimientos que provenían de las emisoras de Gallegos y Punta Arenas.
Pero volvamos a 1966… porque ese verano -en tiempos en que pocos sabían de veraneos en el norte- la pasión del fútbol había alcanzado su punto más alto, con la clasificación de Río Grande ante la selección de Sombrero en un tres a cero y la final con Ushuaia que marcaba rivalidades presentes en tantos pero tantos aspectos.
Es así como en ese domingo 30 de enero, el Fiat Topolino verde -que ajustadamente guardaba en su camada el equipamiento de exteriores- llevó a la cancha en su cabina las dispares anatomías de Muñiz y Muñoz, dispuestos a transmitir el clásico fueguino.
La escuadra riograndense formó en esa oportunidad con Jesús Medina en el arco, y las figuras de Washington Salinas, el Cabezón Bernabé Hernández, Sombra Almonacid, Cacho e´Toro Barrientos, el Negro Albornoz, Chaipa Barrientos, el Negro Escobar; Pirulo García y el Sordo Juan Andrés, como suplentes.
El árbitro del encuentro fue el Sr. Guillermo Pompatín Villagrán –referee de la Asociación de Árbitros de Chile- que vino acompañando a la delegación de Cerro Sombrero, siendo jueces de línea el Gringo Clausen y Barría.
Un público alborotado y alborozado constituía la barra brava a la que dio ánimos el relato de Juan José Degratti:
“Faltan dos minutos para la finalización del partido… el encuentro sigue cero a cero. Ushuaia y Río Grande no han conseguido quebrar la paridad.
El balón se encuentra en poder de la gente de Río Grande… Albornoz para Escobar -¡negro para el negro!- Escobar eludiendo a un contrario ingresa en el área chica del equipo de Ushuaia… ¡viene el disparo!... de zurda… y contiene la pelota Paz,… se cuelga de ella, al vuelo, el arquero visitante.
¡Paz pierde la pelota!... ¡peligra el arco visitante!... se acerca al balón Luchín… cae el arquero… confusión en el área… Luchín… la pelota… ¡Goooooooooooool!
¡Gol de Río Grande!... ¡Río Grande uno… Ushuaia cero!
Los acontecimientos se aceleraron. La hinchada sacudía latas con piedras -de las tantas que constituían el pedrero del San Martín- agregando bulla a sus festejos.
Es que un dedo travieso había atacado desde atrás al Zurdo Paz, cuadno había alzado vuelo el balón… y la sorpresa llevó a que lo soltara.
Fue por eso que sin saber nadie el por qué, el arquero ofendido lo corrió al “Chaipa” hasta que éste encontró refugio bajo las sotanas del Padre Muñoz, que esgrimió en su defensa… “la lámpara de Aladino”.
Pali dijo...
¡¡¡Feliz cumple
libro!!! ¡¡¡INMORTALES!!! Ni siquiera el fuego le pierdela memoria y ahí tu
ejemplo, como siempre. Uno realmente degusta un lugar que no conoció. Quisiera
que me respondieses una pregunta, pues hiciste el anuncio en un diario de la
zona: ¿por qué elegiste ese horario para la presentación de este libro en ese
año?
SUREANDO dijo...
La Candelaria:
felicidades, no he tenido el gusto de leer este primer libro, espero hacerlo
aquí como se prometió en el Cordón.
Sigo este blog desde que me llegó el aviso.
Un abrazo de una coterránea que dejó la isla hace muchísimos años.
Beatriz del blog Sureando.
Sigo este blog desde que me llegó el aviso.
Un abrazo de una coterránea que dejó la isla hace muchísimos años.
Beatriz del blog Sureando.
"Tumba sin hilos
de sombras...
Célibe templo de olvidos...
Encrucijada de sangres...
Candela de antiguas llamas...
Casa de leños extraños..."
La Candelaria - Mingo Gutiérrez
Mingo querido, va el recuerdo enamorado de esa Isla tan tuya y un poco mía... y de la Misión que aprendí a conocer a través de tu libro.
Abrazos
Diego Castro.-
Célibe templo de olvidos...
Encrucijada de sangres...
Candela de antiguas llamas...
Casa de leños extraños..."
La Candelaria - Mingo Gutiérrez
Mingo querido, va el recuerdo enamorado de esa Isla tan tuya y un poco mía... y de la Misión que aprendí a conocer a través de tu libro.
Abrazos
Diego Castro.-
4 comentarios:
Hola Mingo!
Luján Muñiz y la experiencia pionera de Radio Misión Salesiana
Luján Muñiz ha ocupado un lugar trascendental en la historia de la radiodifusión fueguina. Su nombre estuvo primero ligado a Radio Misión Salesiana, y luego desde 1973 a LRA 24 Radio Nacional Río Grande.
Radio Misión comenzó a escucharse en 1962 gracias al impulso de un reconocido sacerdote de la época: el Padre Aurelio Muñoz del Val (1). El equipo de la radio fue diseñado y preparado en forma “casera” por dos salesianos llamados Pedro Mereu y César Calzada. Se requirieron materiales básicos para salir al aire, los cuales fueron traídos en cajas desde Buenos Aires. Anteriormente, en Tierra del Fuego podía sintonizarse LRA10 Radio Nacional Ushuaia, cuya primer emisión había sido unos meses antes, el 10 de agosto de 1961. La radio de la Congregación Salesiana aparecía entonces como una alternativa para los habitantes de la mitad norte de la Isla.
Radio Misión Salesiana salió al aire el 11 de febrero de 1962, constituyéndose como la primera emisora AM de Río Grande. Al decir de Lujan Muñiz, Radio Misión surgió como una iniciativa a nivel privado. Cuarenta y dos años antes, en Buenos Aires había tenido lugar la primera experiencia radial. La primera radio se escuchó con la difusión de la opera “Parsifal” de Wagner desde el Teatro Coliseo. Ello ocurrió el 27 de agosto de 1920, en la emisora que luego recibiría el nombre de LOR Radio Argentina. La primera transmisión fue realizada por Enrique Susini, Carranza, Guerrico y Mujica, un grupo de colaboradores que recibió el apodo de “Los locos de la azotea”. LOR Radio Argentina se sostenía por el aporte de sus impulsores, la mantenían sus propietarios. La radio en Argentina se había iniciado como una empresa privada (2).
Algunos datos sobre Radio Misión Salesiana pueden obtenerse a partir de los recuerdos de antiguos pobladores fueguinos.
Eloy Vidal Rojas nació en Porvenir el 9 de junio de 1937. Llegó a Río Grande en 1949 e inmediatamente comenzó a estudiar en la escuela de la Misión Salesiana, que por entonces estaba dando sus primeros pasos. Allí estuvo hasta el año 1957, cuando se marchó para trabajar como cadete en la Estancia María Behety. Sobre la radio de la Misión y algunos de sus colaboradores, Eloy Vidal recordaba lo siguiente:
“El Padre Muñoz era alto ... ¡Pisaba fuerte, pesaba ciento cincuenta y siete kilos ...! ¡Por eso pisaba fuerte! ¡Calzaba 47! Le hacían los zapatos especiales a él en Buenos Aires! ¡Tenía unas manos impresionantes! ¿Sabe cómo lo respetaban, cómo lo quería la gente? Me acuerdo que una vez lo habían postulado para Intendente, no para Delegado, porque en ese tiempo todavía no había Intendente.
Él tuvo que ver con la instalación de la radio. Yo ya me había ido, pero ayudé en parte para conseguir materiales y donaciones ... Radio Misión ... Transmitió unos cuántos años. Transmitía desde la Misión. ¡Una voz argentina en el éter patagónico, decía!. Luján era el que transmitía. Él era alumno y se quedó a vivir allá como secretario del Padre Muñoz. Vuelve de la conscripción y ahí se quedó y trabajó hasta hace poco ... Se jubiló.
La radio funciona en la década del sesenta. ¡Y transmitía pedidos! Mensajes para el campo, para el poblador, como le llamaban ...¡Muy bien! Todo fue armado por ellos mismos, por un salesiano que vino especialmente ...”.
CONTINÚA EN EL SIGUIENTE COMENTARIO
VIENE DEL COMENTARIO ANTERIOR
El Padre Juan Ticó, que naciera el 20 de octubre de 1919 en Puerto Santa Cruz, vino a Río Grande en 1954. Entre sus recuerdos, surge la siguiente relación:
“Por un tiempo hubo un padre acá, el Padre Muñoz, que estuvo muchos años, que era muy activo y muy emprendedor. Tenemos los programas (de Radio Misión) grabados. Había historias, avisos, y después cantaban los muchachos, hacían propaganda ... ¡Todo lo que era una broadcasting! Se llamaba Radio Misión y se daba por la tarde, y el día que no salía, venía siempre alguno a decir: ‘¿Qué pasa que hoy no sale la radio?’ (ríe). Porque era la única radio que se escuchaba en la zona en aquel tiempo”.
Margarita Josefina Fell, nacida en 1931 en Punta Arenas, llegó a Río Grande en 1959. Tres años después surgió Radio Misión, de la cual recordó que “transmitía a ciertas horas música y el Padre Muñoz leía algunos mensajes”.
Luján Muñiz tenía 15 años cuando llegó a Tierra del Fuego para estudiar en la escuela de la Misión. Corría el año 1955. Unos pocos años después, se transformaría en uno de los principales colaboradores de Radio Misión. Durante una entrevista brindada a Radio Nacional, Luján daba cuenta de algunos aspectos técnicos de la radio y se refería a los entonces rudimentarios equipos necesarios para su funcionamiento:
“Siempre teníamos problemas técnicos con Radio Misión, y lógicamente recurríamos a Mojan (3), si no lo encontrábamos a Mojan recurríamos a gente del Correo para que nos solucionen los problemas técnicos que aparecían en la emisora. Y yo gracias a ellos fui aprendiendo el secreto de lo que era una emisora de radio, las reparaciones, por lo menos la parte de válvulas. O sea que después en los problemas sencillos que surgían, los solucionaba yo mismo. Cuando no podía yo, entonces recurríamos a Mojan o a la gente de Correo, el último que me acuerdo era Canalis, Rodolfo.
Los equipos de Radio Misión ... Todo a válvula, la consola a válvula. Unas válvulas grandotas, por lo menos 20 centímetros de alto tenían las válvulas. Esa creo que era una de las medianas, porque había una más grande que tenía cerca de 30 centímetros ... (ríe). Yo inclusive tengo una guardada que la conservo como reliquia ...”.
En otra entrevista radial, Luján Muñiz se refirió a la banda horaria en la cual salía al aire la emisora y lo que podía escucharse. Según comentaba, se decidió que el horario ideal para transmitir era el del almuerzo, excepto los domingos que comenzaba más temprano. Indicaba así que el horario “era de 13:00 a 15:00 hs., o sea que dos horas por día nada más. Los días domingos sí funcionaba desde las 10 de la mañana. Se transmitía la misa y después quedaba encendida hasta las 3 ó 4 de la tarde. A veces había alguna competencia deportiva. Se comenzaba con música, variada. Se salía con música de 13 a 14 hs. en que los chicos estábamos almorzando en ese horario. Estaban los pibes de quinto año que entonces elaboraban un noticiero. Iban rescatando noticias. A la mañana escuchaban las emisiones de Buenos Aires y ya con eso elaboraban un noticiero y a partir de las 14 hs. se hacían cargo de la radio: transmitían noticias, música de jóvenes hasta las 15 hs. cuando se cerraba la radio y ellos seguían sus actividades escolares. El Padre Muñoz los dirigía”.
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Ciertamente, el horario de transmisión era reducido. Ello tenía una explicación. La radio necesitaba de un equipo electrógeno que le proveía la energía eléctrica. Pero ese equipo también se utilizaba por las noches para dar luz en la Misión hasta tanto toda la comunidad se alistara para ir a descansar. Luego se apagaba, y se encendía en la madrugada siguiente hasta las 9:30 de la mañana aproximadamente.
Los conceptos que surgen de estos testimonios permiten apuntar algunas precisiones. Los contenidos de Radio Misión Salesiana se podrían agrupar en al menos cinco categorías: informativos, religión, música / cancionistas, deportes y publicidad. Entre los principales hacedores de la emisora se pueden citar a Luján Muñiz (operador), el Padre Muñoz (a veces locutor), Jorge Mojan y Rodolfo Canalis (asistencia técnica).
Luego de once años de transmisión Radio Misión dejaría de escucharse. Luján Muñiz recordaba ese momento de la siguiente manera:
“Lamentablemente Radio Misión acalló a raíz de que aparecía Radio Nacional. Creo que fue el Gobierno de Frondizi que llamó a licitación para poner en funcionamiento una emisora de baja potencia acá en el sur, privada. Entonces los salesianos se presentaron. Armaron un equipo de radio y lo sacaron al aire. Presentaron toda la documentación. Hubo cambios de gobierno y esos cambios de gobierno derogaron esa llamada a licitación, así que quedó en la nada, pero la radio seguía saliendo. Entró otro gobierno nuevo, volvió a llamar a licitación, (los salesianos) se volvieron a presentar. Caía ese gobierno, y así se iba derogando (la licitación) ...Y llegó un momento que ya se cansaron ... (4).Y después apareció Radio Nacional. Cuando apareció Radio Nacional automáticamente la silenciaron, y no sé si al mes o a los dos meses les llegó la autorización para el reconocimiento oficial de la emisora, que era con la licencia LU38 Radio Misión Salesiana. Ya era tarde. Ya los salesianos se habían cansado y la cerraron directamente”.
Con el cierre de Radio Misión Salesiana ocurrido en febrero de 1973, Luján Muñiz llevó su experiencia a una nueva emisora. Se trataba de Radio Nacional Río Grande, inaugurada el 28 de abril de 1973. Allí se desempeñó como operador contando con la asistencia inicial de Daniel Pisano para el manejo de la consola. Un nuevo camino profesional se abría de cara al futuro, pero Luján nunca se olvidó de la Misión, y allí continuó asistiendo para prestar su colaboración en distintas tareas administrativas y otras en las que fuera requerido. En 2013, recibió la distinción de “ciudadano destacado” que le fuera otorgada por el municipio riograndense.
Luján Muñiz falleció el 27 de mayo de 2017 en la Ciudad de Río Grande. Quienes tuvieron oportunidad de conocerlo, lo recuerdan como un hombre de valores, por sobretodo honesto y humilde, con una memoria privilegiada. Gustaba de la historia, y atesoraba los objetos que le hablaban de ella. A todas luces, Luján ha sido un pionero de la radio fueguina. Dedicación, empeño y profesionalismo. Éstas fueron las características que definieron su paso por la radiodifusión de Tierra del Fuego.-
CONTINÚA EN EL SIGUIENTE COMENTARIO
VIENE DEL COMENTARIO ANTERIOR
Referencias:
(1) El Padre Aurelio Muñoz del Val nació el 1º de mayo de 1912 en el Partido de Berazategui, Provincia de Buenos Aires. El 28 de noviembre de 1937 se ordenó como sacerdote en Córdoba. Llegó por primera vez a la “Misión Salesiana Nuestra Señora de la Candelaria” el 15 de marzo de 1949, permaneciendo 22 años. Ocupó el cargo de director por seis años, desempeñándose además en la tarea de administrador (Padre Prefecto). Fue compositor del “Vals de la Misión”. En 2017 se cumplieron treinta años de su fallecimiento (20 de febrero de 1987 en Caleta Olivia, Santa Cruz).
(2) Tras la experiencia de Enrique Susini, al poco tiempo aparecieron otras radios. En 1922, LOX Radio Cultura (sus titulares: los hermanos Del Ponte. Por primera vez incluyó avisos publicitarios en el medio), LOZ Radio Sudamérica (su director era Delicque, y estaba subvencionada por comerciantes radioeléctricos) y LOV Radio Brusa (Francisco Brusa). En 1923, TFF Gran Spendid Theatre (fundada por Antonio Devoto, luego denominada LR4 Radio Splendid). En 1924, LOY Radio Nacional (fundada por Manuel Penela, luego se llamaría LR3 Radio Belgrano). En 1925, LOZ Broadcasting La Nación (más tarde llamada Radio Mitre).
(3) Jorge Mojan.
(4). Los gobiernos que se extendieron durante el período de funcionamiento de Radio Misión Salesiana fueron los siguientes: Arturo Frondizi (1 de mayo de 1958 – 29 de marzo de 1962); José María Guido (de facto, 29 de marzo de 1962 – 12 de octubre de 1963); Arturo Illia (12 de octubre de 1963 – 28 de junio de 1966); y la autodenominada Revolución Argentina que comprendió tres períodos: Juan C. Onganía (de facto, 29 de junio de 1966 – 8 de junio de 1970), Roberto M. Levingston (de facto, 18 de junio de 1970 – 22 de marzo de 1971) y Alejandro A. Lanusse (de facto, 26 de marzo de 1971 – 25 de mayo de 1973). Luego llegaría el Peronismo.
Fuentes consultadas:
- Bou, María Luisa, Repetto, Élida: “A hacha, cuña y golpe. Recuerdos de pobladores de Río Grande”, Talleres Gráficos Recali S.A., 1995
- Revista “A la costa de un arroyo Nº VII. Anecdotario de la Misión Nuestra Señora de la Candelaria”, Imprenta del Valle, Río Grande, Tierra del Fuego, 2011.
- Teóricos y Prácticos de “Políticas y Planificación de Medios” (Cátedra Mastrini, Ciencias de la Comunicación Social, UBA).
- www.mensajerodelrio.blogspot.com.ar
- www.radionacional “Falleció Luján Muñiz, ex trabajador de Radio Misión y Nacional Río Grande”. 27/05/2017.
- www.airelibre.com.ar “Falleció Luján Muñiz, parte de la historia de la radiofonía fueguina”. 27/05/2017.
- www.radiofueguina.com “Falleció Luján Muñiz, pionero de las radiocomunicaciones en Tierra del Fuego”. 28/05/2017. /// “Comienzos de la radio en Tierra del Fuego”. 28/08/2013.
Un saludo Mingo,
Hernán (Bs. As.).-
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