Lecturas de LA PRENSA.8: La tierra pública, negocio de otra época, curiosas revelaciones,


1900. Marzo 26.
Se ventila actualmente en la Dirección de Tierras y Colonias, uno de aquellos memorables asuntos que hicieron época – fuerza de repetirse- un tiempo no lejano.

Se trataba de premiar servicios y honores recibidos, sin que los favorecidos desembolsaran un solo peso; entre los diversos medios conducentes al desarrollo de la fortuna fiscal con esos fines, se encontró uno facilísimo, que consistió en la distribución a destajo y sin control de la tierra pública.

Las grandes extensiones de tierra pública ubicada en los territorios nacionales ofrecía todas las comodidades del caso parea llevar a cabo el negocio, por lo que se mandó reservar una gran área de campos fiscales cuya extensión no damos por no poseer la medición exacta pero que es más que suficiente para hacer feliz al mas afortunado de nuestros estancieros.

Entre la tierra reservada existe un área situada sobre un arroyo, ocupada por una familia de colonos que de mucho tiempo atrás aprovechando los beneficios de la ruda labor que se había impuesto tenían a propósito de comprarla al precio de ley, usándola preferencia que le dan las leyes.

En el desordenado reparto que se llevó cabo en la gran extensión de tierra reservada, el área situada sobre el arroyo tocó en suerte a un deudo del favor del gobierno nacional.

Inmediatamente que el primero obra los títulos de propietario las tierras pasaron a otras manos, puesto que no había sido escrituradas para colonizar y si para especular con la concesión. Fue comprador de las tierras un diputado nacional, su actual poseedor, por el titulo.

Peo ahora resulta – y ello es lo que se ventila en la dirección de Tierras y Colonias, que al escriturarse las tierras en cuestión se dio otro nombre al arroyo que las baña con lo que se pretendía despojar de sus derechos de posesión a la familia de colonos que las ocupaba y ocupa aun ahora.

La explicación de la fuga del arroyo, es bien sencilla. Cambiado su nombre, los colonos pobladores quedaron defraudados en sus derechos, puesto que ellos ocupaban las tierras bañadas por el arroyo A, que quedó convertido después en arroyo B, de manera que resultaban simples intrusos en la propiedad que el gobierno cedió por favoritismos.

Hoy, felizmente, la estratagema ha sido descubierta, la Dirección de Tierras y Colonias procura, cumpliendo su deber que el arroyo vuelva a su nombre primitivo y los colonos se quedan en sus tierras en tanto que el ex diputado nacional defraudado, acude a la justicia en demanda del dinero pagado por lo que se le vendió y que no se pudo vender, más las indemnizaciones del caso.

Comentarios del Mensajero:

Hasta ese momento el caso fueguino no registraba premios militares, a no ser el de Eduardo O’Connor que terminaría vendiendo su lote a los Menéndez, y en cuando a la presencia de colonos el antecedente podría estar en el proyecto de Julio Popper que con el nombre de Atlanta le dio validez a su idea de hacer de la margen sur del río Grande, y en 40 mil hectáreas un emprendimiento del cual sería mediador.

Pero la muerte llevó lo sueños de Popper a un remate de su testamentaría, que dejó a las mismas en manos de Juan Nepomuceno Fernández, con lo cual las 40 mil pasaron a manos de Menéndez.

Aquí no hubo cambio de nombres de arroyos, ni pequeños colonos perjudicados. Pero es de señalarse que de la transferencia de la propiedad de Fernández a Menéndez, tierras que no tendrían acceso a las costas terminaron por tenerlo.

Si buen hubo un proceso de colonización la misma no se dio en termino de identificar a sus protagonistas como colonos.

Solamente hacemos la salvedad que en algún momento, ya sobre este siglo, escuchamos a la Directora de Cultura de la Municipalidad de Río Grande –Graciela Valverde- hacer referencia a los pobladores de los años 20 –cuando se formó la Colonia Agrícola- con el apelativo de colonos, como un identificación coyuntural y tardía.
¿Diputados Nacionales que hayan llegado a la Tierra del Fuego con una concesión a su favor? Vallejos, correntino, recibió los campos de Las Hijas donde en algún momento recibió a sus colegas senadores. Pero eso en una historia que aparecerá mucho tiempo después del que estamos reseñando con LA PRENSA

No hay comentarios: