Robert Fitz Roy,(en su imagen de civil) el marino que los llevó en
la Beagle, sin respuesta a sus petitorios al Almirantzgo, con críticas manifiestas a haberlos llevado a
los canoeros fueguinos contra su voluntad, busca un navío que pagaría con su
propio dinero.., si no quedaba otro
remedio.
Es así lo que cuenta Harry Thompson en su libro HACIA LOS CONFINES
DEL MUNDO, describiendo la figura del marino que recorre las costas del
Tamesis, buscando esa solución:
El John se encontraba amarrado en la mitad
del muelle. Su dueño, John Mawman, ya estaba esperándolo. Era un comerciante
taciturno de Stepney, y no se caracterizaba precisamente por sus modales
exquisitos.
A Fitz Roy le iba bien así; considerando la
transacción que estaba a punto de llevar a cabo, no se hallaba de humor para
cumplidos.
-Aquí lo tiene, señor. Este es mi bergantín.
El capitán es John Davey.
Fitz Roy se subió a bordo y lo inspeccionó.
De doscientas toneladas de peso, tenía aproximadamente las mismas dimensiones
que la Beagle, y el mismo color; negro con una franja de color blanco en el
pasamanos, pero aparte de eso, no se parecía en nada.
Aquí y allá donde la tripulación había
echado el agua sucia por la borda en lugar de bajarla en cubos, la pintura
estaba deteriorada.
Sobre la cubierta había cabos desenrollados
y desordenados, como en la trastienda de un comerciante de velas. Hacía falta
engrasar los motores, la brea estaba agrietada y se requería un nuevo
calafateo. Los pantoques apestaban por falta de bombeo. Pero nada de eso era
raro en los buques mercantes, donde no se observaba la disciplina de la Marina.
En general era un barco sólido y estaba en
condiciones de navegar: eso saltaba a la vista.
La cuaderna era firme.
Funcionaria.
Fitz Roy da cuenta que no serían cinco sino
siete los viajeros.
Se le indica que el pilotaje se paga aparte,
lo mismo que las provisiones.
El marino saca un cheque sobre el Banco de
Londres por mil libras, para garantizar la operación de un viaje de seis meses
al fin del mundo.
Y se le advierte que si no se concreta la
operación, esa plata la perderá…
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