Era en un tiempo en que los estudiantes universitarios de este pueblo no viajábamos rumbo a nuestros lugares de estudios sin consultar antes las familias que ya tenían a sus hijos en el norte si no tenían algo que enviar.
Éramos un grupito, un puñadito de amigos, que no
descuidábamos la importancia de sostener vínculos.
Y era un tiempo en que no teníamos teléfono, así que cuando
se acercaba la fecha de partir debíamos visitar los hogares de nuestros
paisanos indagando a la familia sobre si iban a requerir de nuestros servicios
particulares de correo. Y la respuesta mayoritariamente era un sí.
Se diferenciaban, eso sí, los que se comprometían a tener el
envío tal día y tal hora y debíamos pasar a retirarlo; y los que decían que los
llevarían a nuestros domicilios.
Se habrán imaginados que algunos no tenían preparado nada
cuando pasábamos a buscarlo, y otros que cuando llegaban a casa decían que no
salieron a atenderlos.. y era por qué justo a esa hora habían salido al fondo,
a darle de comer a las gallinas.
No sé si en el primero o en el segundo caso estaba el que
ahora recuerdo: era una alumna del ingreso que se año pasaba por lo que se
conoció como el “Tríptico Nacional”.
Y fue entonces que la madre de la susodicha llegó sobre la
hora a mi casa, dejando un paquete cúbico, completando su colocación en alguna
de mis valijas, rígidas como que eran de fibra..
La que se ocupaba de esos menesteres, hacer mi equipaje, era
mi madre, que fue la que permaneció en mi domicilio mientras yo andaba en
despedidas de último momento. Entonces ella pensó adecuado desarmar el envío
para mi amiga, y lo extendió por encima de todo lo que ya estaba armado. Yo ni
vi lo que había hecho.
No lo vi hasta que a la hora del embarque, y ante el
aduanero, vi como un “vista” ("), llamaba a otros colegas, e incluso al personal de
cargas, extendiendo a media altura algunas de las prendas íntimas de la
destinataria, hasta que me preguntó, mientras yo no dejaba de sonrojarme:
¿Estas prendas son par su uso personal? Era lencería importada..
(Esta historia la he contado muchas veces, y me ha salido más graciosa que en este caso.. bueno, sabrán comprender)
(")Vista de aduana. Funcionario público que examina nuestras pertenencias tratando de ver si infringimos las disposiciones aduaneras vigentes. De Apuntes sobre la fueguinidad.
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