El loco de las goteras



“Para los que lo conocieron y para los que no: esta mañana murió en Buenos Aires, Manuel Zalazar, un poeta y un amigo, "el loco de las goteras" para los que hace mucho que viven en Ushuaia. Escribió ..."la mesa del bar es un muelle..." Manuel, ya zarpó”. De esa manera se expresaba Ana María Gutiérrez en momentos en los cuales nosotros subíamos a este blog nuestros recuerdos de un Manuel de papel.

Pero entre tantos papeles emergió una crónica, publicada en el Semanario de la Actualidad Territorial, el 24 de octubre de 1980, donde se expresaba lo siguiente.

LOS EJEMPLOS COTIDIANOS

Manuel Zalazar llegó hace unos siete años a Ushuaia y repitiendo una historia frecuente, arribó con su mochila al hombro deseando conocer esta Tierra del Fuego, punto fijo de quienes recorren el país y conocen sus bellezas.
Se quedó. Quiso probar suerte.
Pasó sacrificios. Frecuentó muchos trabajos… y ya un día decidió adquirir una pequeña casa ubicada a 11 kilómetros de la ciudad más austral del mundo, que contaba con parcelas para la cría de animales de corral. Poco era lo que sabía al respecto. Con esfuerzo y perseverancia logró aprender. Su morada fue ampliada, los corrales arreglados y una arcada en la puerta de entrada marcaba un destino: luchar en una tierra que le era desconocida pero a la que había aprendido a amar.
Con Silvia, a quién conoció a los pocos años de etar en su casa contrajo matrimonio y con su ayuda iniciaron la puesta en marcha de una pequeña chacra con aves e corral, vacas…
La familia aumentó hace muy poco tiempo con un hijo que día a día se va notando más su presencia.
Para los que viajan de Río Grande a Ushuaia o viceversa, llama la atención recostada sobre la falta oeste del puente sobre el Río Olivia, la casa de Manuel y Silvia.
Los Zalazar, un ejemplo de Argentinos que quieren su tierra, representan con su esfuerzo el futuro de una generación que piensa y trabaja en procura de un mañana venturoso.

***

El tema del muelle de la bohemia de Zalazar mereció otro mail, este de Julio José Leite, al que transcribimos tal cual.

La mesa del bares un muelle,
soy un barco por dentro.
La luna es una copa llena de gaviotas,
suaves,
angelicales plumas de alcohol
que buscanun estandarte
para mi exilio.

"Este poema nunca fue escrito por Manuel, lo dijo un día manejando su Citroen en una noche de vinos en Ushuaia, yo lo aprendí de memoria.Pasaron los años, una vez, regresando de Punta Arenas, cruzando a Puerto Porvenir, lo escribí en una lona de la barcaza "La Melinca". Manuel, que regresaba de uno de sus viajes, al tiempo, lo lee y pasando por Río Grande me cuenta sobre el poema, yo le dije, ese poema es tuyo, y claro que es de él siempre viviendo en estado de poesía, el loco de las goteras, Manuel el gran mosquetero, el peronista asintomático, el hermano".

2 comentarios:

auroraines dijo...

Un lindo recuerdo y homenaje.

Paso a agradecerte tus saludos y desearte Feliz día de Reyes.
Saludos
Inés

Anónimo dijo...

Nuestro mundo tamibén se va armando de pérdidas, y recuerdos acaparados.

Un abrazo.

MINGO