Adrián Bitsch decía poco de sí..

 


Contrariamente a lo de muchos vecinos que se han esmerado en relatar su protagonismo en su desenvolvimiento dentro de nuestra comunidad, el recordado médico veterinario, hablaba de las cosas sin hablar de sí mismo.

Si hoy se intentara rescatar una biografía de este maestro en tantas cosas se tendría que imitar su estilo, cosa que no parece fácil si tomamos en cuenta que quienes los recordarlo con cariño no dejamos de hablar de lo cerca que estábamos de sus tareas, y si bien él era un quijote en todas esas acciones no nos resignamos a aparecer como meros sanchapanzas; cosa que también se corresponde al rol que el asignaba a sus colaboradores, a los que siempre valorizaba, tal vez en algunos casos en demasía..

Yo no llegué a entrevistarlo, pero si a recibir de él información y recomendaciones, tal vez la más importante cuando le mostré el texto de mi conferencia El ovejero fueguino, poblador de soledades, texto que me devolvió comentado o anotado; ¿pero ven? Ante él uno no dejaba hablar de uno mismo.

Hay una mayoría que lo recuerda por su programa invernal por LRA 24, el mítico Lavando Cebaduras para intimar y conocernos; pero se recuerda menos su otro esfuerzo Al pie del mismo fogón, destinado al productor rural, o su metódica búsqueda en La Misión de la grabación de la Santa Misa para ser difundida en la mañana del mismo domingo por la radio, una tarea que lo tenía cercano al padre José Zink.

Otros muchos saben de su empuje para que sea una realidad año a año la competencia de Perros de trabajo, o Fiesta del Ovejero, en la cual era nervio motor; tarea que cuando comenzó estaba próxima a las recorridas estancia por estancia, puesto por puesto, para logar la desparasitación canina dentro de una lucha contra la hidatidosis, enfermedad transmitida por perros, y que diera lugar a la formación de un Comité de Zooantroponosis y el dictado de una ley que fue modelo en otros puntos del país.

Si bien su primer tarea técnica haya sido en relación a la inseminación artificial en ovinos, forman entre su alumnos de la Escuela Agrotécnica Salesiana un conjunto de recursos humanos que luego hizo lo que había que hacer en el destino que dieron a su vida, en Tierra del Fuego, o en Santa Cruz.

En un momento tomó posturas con respecto a la instalación de una Petroquímica en las inmediaciones de Caleta La Misión, empresa que parecía venir a salvarnos con la creación de quinientos puestos de trabajos, pero en la que el resaltaba su carácter contaminante. No tuvo gran acompañamiento y hoy permanece en el olvido tanto el proyecto como su acción ecológica.

Eran día en que conformó el CoTeMa, Comisión Pro Templo de María Auxiliadora donde emergía su fe y compromiso con los valores espirituales en que había sido formado; años de prédica y acciones silenciosas le permitieron ver su logro por el aporte económico de Pérez Compac.

Del CoTeMa fue también la publicación de A la costa de un arroyo, donde se detallaban aspectos históricos ligados a los sueños de Don Bosco.

Cada tanto nos intercambiábamos lecturas, yo cuando en vacaciones encontraban un libro de temática criolla del cual él se podía servir en sus lecturas dentro de Lavando Cebaduras, y él sugiriéndome títulos que yo tenía como desconocidos –por ejemplo En defensa de Sarmiento de Guillermo Furlong- o como un día apareció con la biografía de Don Bosco de Hugo Wast, de lo que pude sacar algunas conclusiones que ya venían motivadas por El cementerio de Praga de Humbero Eco.

Escribir sobre Adrián es una asignatura pendiente que no debería ser demorada.

¡Pero sin hablar de nosotros: hablando de él”.



1 comentario:

Armando Milosevic dijo...

Si Mingo realmente Adrian era así, muy de bajo perfil, una gran persona y gran maestro muy profesional. conmigo tuvimos una amistad muy valiosa ya a los últimos años de su vida, me embarcó en su mundo de esperanzas y me encargó armar definitivamente la Asociación de ez alumnos de la misión. Allá por el año 2009....fue nuestro mentor, inicié los trámites legales, tras reuniones mensuales con algunos exalumnos que nos reuníamos en distintos lugares, Adrián fue quien me empujó, por dexirlo así, y en el 2011 pudimos lograr tan deseado anhelo, llevar siempee parte de la escuela presente con nosotros los exalumnos de la misión...una persina ejemplar para todos, siempre será bien recordado...