De aquel Faustino Minici que fuera el constructor del Mausoleo de La Candelaria solo queda el recuerdo de su nombre en el parque descuidado que da acceso a la cruz de lo alto.
En él las estaciones de un Via Crucis que van y viene hacia una gruta, donde una imagen de una virgen resulta imperceptible detrás de un vidrio ahumado por las velas que ha dejado algún devoto.
Y en el entornos las garzas que graznan entre el follaje, y que cada tanto levantan vuelo.
En él las estaciones de un Via Crucis que van y viene hacia una gruta, donde una imagen de una virgen resulta imperceptible detrás de un vidrio ahumado por las velas que ha dejado algún devoto.
Y en el entornos las garzas que graznan entre el follaje, y que cada tanto levantan vuelo.
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