Llamó nuestra atención los testimonios
logrados en el número de Temas y Fotos del mes de agosto, en los cuales la
antropóloga Anne Chapman dice:”Lola vivía en la reserva indígena ubicada
cerca del lago Fagnano, del lado argentino. Apenas nos conocimos me cantó una
canción fúnebre por la muerte de su madre. Pese a la aniquilación de su pueblo
por los blancos, Lola no les guardaba rencor, ni tampoco a mi. No nos asociaba con
aquella matanza. Al recordar el exterminio, la palabra que más repetía era
Kóliot (capa roja), nombre que los selk’nam daban a los blancos, por las capas
rojas que usaban los primeros policías de la isla.¡Kóliot! era el grito de
alarma cuando alguien divisaba jinetes armados en el horizonte”.
Es indudable que con su noción de orden a más
antigua institución argentina en la Tierra del Fuego debe haber tenido a su
cargo la imposición de una ley que -como
todas las de los albores del capitalismo- ponía por encima de todo objetivo el
de la propiedad privada.
Más quisimos establecer alguna relación de
datos porque con todos los tabús que pesan en nuestro tiempo, el color rojo nos
parece ajeno a la sobriedad reclamada a los cuerpos policiales y milicias. Fue así
que el Comisario Picone nos indicó en una comunicación telefónica que el primer
uniforme policial fueguino fue el de los regimientos de línea, luego pasó al
rojizo, más tarde al negro y finalmente al azul. El nos señal{o otros detalles
vinculados a la formación de un cuerpo histórico, aunque no nos precisó sobre
cual uniforme se realizaría la formación, además de anunciarnos que pronto se
hará un cambio de bandera, se pasará de la del Territorio a la de la Provincia,
pero eso da para otra nota.
Lo nuestro es encontrar alguna correlación
entre el desesperado Koliot de Lola y su gente, las víctimas del hombre blanco,
y lso uniformes inculpados en las declaraciones de la preclara Chapman.
El recientemente desaparecido Asencio Abeijón,
en uno de los relatos de su último libro titulado El Vasco de la Carretilla,
nos deja una descripción de estos policías –de los Territorios Nacionales-
sobre los cuales aparecen algunos detalles de indumentarias:
“Tengo recuerdos casi borrosos de esos raros
hombres que siempre levantaban a su paso los más variados comentarios, sobre
todo cuanto llevaban algún detenido. Andaban siempre en unos caballos flacos;
vestían un uniforme de un fuerte color rojo pimentón y llevaban a la cintura un
largo sable de caballería, que más de acero era de latón, Era tan largo, que
casi arrastraba por el suelo, y como defensa no les servía para nada ya que en
los casos de apuro, había que desenvainarlo en dos tiempos, y tardaban mucho en
salir, quedando luego la vaina en balanceo, todo lo cual dejaba al policía en
desventaja frente a un bien dirigido golpe a la cabeza del cabo de un rebenque
o el planazo de un facón de sus ocasionales antagonistas. Y en ocasiones, al
correr en persecución de alguien, el balanceo del sable les trababa las piernas,
haciéndoles caer en tierra. De la calidad del material que componía el largo
sable, da una idea el hecho de cuando el policía le aplicaba un golpe de plano
a un contrincante suyo, la hoja doblada, formando en su dobles un molde casi
perfecto de la parte anatómica golpeada.”
En tanto Mateo Martinic Beros, el afamado
escritor magallánico, lava las aguas de la culpa en un artículo suyo publicado
en los Anales del Instituto de la Patagonia, donde se dice que:
“en suelo argentino imperaba una total
libertad de exterminio. Allí no había población, autoridades, ni prensa a los
que el desgraciado asunto pudiera importar, a lo menos en grado de preocupar a
los inspiradores y ejecutores de las cacerías humanas.”
“De hecho, allí operaban algunos de los más
duros e inclementes cazadores, destacando el tristemente célebre Mc Lennan,
administrador de las estancias de José Menéndez. Inclusive la fuerza policial
allí establecida tenía la misión específica de combatir a los indígeneas.”
El trabajo en cuestión nos fue proporcionado
por el Jefe del Departamente de Historia y Antropología del Centro Histórico
Documental de la Municipalidad de Río Grande, Don Carlos Baldassarre, que al
decir de lo escrito y tras señalar: Tenemos 15 soldados aquí cuyo deber es
cazar indios pero hacen la cacería alrededor del fuego –sg{un lo expresado por
el ingeniero James Robins desde la Primera Argentina a un amigo escocés – dando
cuenta de esa labor policial bajo el amparo del tristemente célebre Mac Lennan,
hombre que fue además de lo dicho Juez de Paz: Another time we made a big
circuit in the night & came in at
theback of a tribe that was driving 235 sheep they had stolen & we alloved
them to come upon us within distances of 100 yards. We were hid in a small patch of
monte. This was the time Mc got the arrow, also the Chief of Police got one in
the neck, the both of them had a very narrow squeak. We are now just where we
were when youn finished bringing shep last year, we have lost all the increase
of the past year.
Y eran unos 70 aborígenes los cercados en un
paraje próximo a Punta María.
¿Y si no eran uniformes policiales los rojos
de la matanza? Los uniformados de Popper podían ser los inculpados, pero he
aquí una sorpresa porque tanto Boleslao Lewin, el apologista, como Armando
Braun Menéndez, el detractor, no dan explícitos detalles del color con que se
uniformó a estas milicias: “Aquello parecía un circo de feria –escribió Don
Armando- y como nota espectacular, una quincena de individuos, vestidos de
uniformes cuyo corte se aproximaba al de uso en el ejército húngaro, tocados
con gorra cilíndrica cubierta de piel...” Las fotos no dicen nada, las fotos
son en blanco y negro, y el investigador no puede arriesgar.
¿Koliot significa rojo? Las voces selknam no
estuvieron tan fijadas como en nuestro idioma. Así Elena Najlis define la idea
pinturas de rojo como pom’et’é, ser rojo, es war lo que define la sangre en
tanto que Gusinde afirma en su descripción de las pinturas usadas por nuestros
cazadores nómades: ákel, rojo, tos: rojo vivo.. Pero está el juicio de Anne
Chapman de por medio.
¿Koliot era un tipo de capa? Mas bien no, en
la circunstancia de transición cultural del selknam todo abrigo era capa,
porque hasta ese momento la capa era la única forma de abrigo que ellos tenían,
y toda otra prenda era indiferenciada en el lenguaje. Capa podía ser la
chaquetilla y el pantalón, tranquilamente.
¿Qué queremos demostrar?
¿Qué algunos selknam no murieron solos?
¿Qué fue institucional su exterminio?
Mas bien queremos mostrar.
Uniforme o capas rojas, o color pimentón:
Koliot. ¿Sangre al fin? Las instituciones se manchan con las faltas de quienes
la integran, o bien prestigian a quienes participan de ellas. El viceversa es relativo, es
simplemente viceversa.
Seguro que habrá otras voces sobre el mismo
grito que precedió al silencio.
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