Señas sobre una reseña.


El pasado 11 de noviembre del diario El Sureño nos trajo un suplemento auspiciado por la Fundación Hain, donde se incluyó una Reseña Histórica del Frigorífico CAP. La edición se dio luego de la inauguración de instalaciones destinadas a recuperar parte de antiguas instalaciones con fines de divulgación histórica, y la erección del Monumento al Botero.

Ya el sábado 6 la Municipalidad había tomado intervención en la zona, con la inauguración de una Plaza que lleva el nombre de antiguo trabajador frigorífico y vecino de la margen sur Mirko Milosevic.

La Reseña del nacimiento del Frigorífico CAP en Río Grande contiene una serie de apreciaciones que por su inexactitud llaman a nuestra observación, más cuando he sido interpelado por diversas personas que me creían –dados mis prolongados vínculos con El Sureño- como autor de la misma.

Diremos en primer término que el Ramón Lista al que se alude no llegó en 1880 con medio centenar de ovejas para el consumo de su expedición. Llegó en 1886, y es el responsable de la muerte de más de dos docenas de nativos por la cual en infausta fecha se conmemora cada 25 de noviembre el Día del Aborigen Fueguino.

Hay un paso por la epopeya evangélica y con ella los nombres de Bridge, Lorens y Levin, todos más escritos: puesto que su grafía correcta es Bridges, Lawrence y Lewis. El General Argentino Roca que reconoció los méritos de ex pastor anglicano tenía un primer nombre de pila Julio.

No hay ninguna evidencia que Saint-Exupery haya llegado a Río Grande en 1931. Y más tarde se habla de cierta estatización de la firma francesa, con el nombre de Aeroposta Nacional, cuando se la recuerda –y no estatal- como Aeroposta Argentina.

En el caso de un subtítulo Nace el frigorífico CAP, se habla de los principales asendados –debiendo ser hacendados- los que en cooperación con Alejandro Menédez Behety el 12 de enero de 1917 formaron la Compañía Frigorífica Argentina de Río Grande. CAP vendría más de dos décadas después. Allí aparece un asociado: Brown, confundiendo el nombre del padre de la Armada Nacional, con Mauricio Braun, el cuñado de Alejandro.

Hay un equívoco nominal al llamar Daniel al primer médico, que en realidad se llamó Andrés Díaz, si tomamos en cuenta los certificados de defunción firmados en aquella época. Ante la ponderación del completo consultorio que atendería no solo a los ganaderos, socios naturales del Frigorífico, sino también a la gente del pueblo es de hacer notar que en este último caso el servicio era arancelado.

José Menéndez dejó como voluntad testamentaria la construcción de un Hospital en nuestro pueblo, una promesa que hoy todavía está pendiente.

Los epígrafes de este suplemento merecen en algunos casos algunas correcciones: el que dice Los yaganes que trabajaban con las ovejas, adoptando una nueva costumbre, son a claras luces aborígenes selknam,., las fotos de Menéndez Behety y Brown, son en realidad de John Goodall y José Menéndez.

Hay una serie interesante serie de testimonios de protagonistas directos e indirectos del espacio sur de nuestra población. Allí aparece el matrimonio de boteros, el ayer niño Carlos Buscemi, y Segundo Baldomero Cacho Barrientos, hijo –en epígrafes del contradictorio- ora uno de los primeros boteros, ora uno de los últimos boteros.

Una imagen del suboficial de prefectura Conrado Buscemi es presentado como integrante del correo que llevaba la correspondencia hasta Ushuaia, actividad que fue policial; en tanto que una imagen de la Comisaría de Lago Khami es mostrada como La vieja estación de la Policía en Río Grande, en la época del frigorífico.

Ya en un momento fui requerido por la Fundación Hain para una entrevista que engrosó el libro La memoria del corazón, donde se dio un notable equívoco; no aparece mi fotografía sino la de Don Norberto Castro; señal que quien armó el libro no tiene ni idea de mi edad ni de mi fisonomía.

Tal vez se dirá entonces que lo que les falta es un mejor diagramador, un poco más instruido en la ensalada histórica que se pretende servir.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Mingo, quien mejor que vos en interpetrar y narrar nuestra historia, me parece de muy buen tino hacer estar correcciones que en nuestros jóvenes pueden llevar a confusión. Gracias por conocer tanto de nuestra historia y hacerla para todos.
Piki

Anónimo dijo...

Sabés una cosa, pensaba en escribir algo más sobre el particular, al menos otra entrada, pero prefiero compartirla con voz en este espacio más íntimo d elos comentarios.
Lamentablemente nos falta camino para encontrar una mirada ecuánime hacia al ayer, hasta hora son miradas sectoriales.Los curas escribiendo sobre los curas, los militares sobre los militares, los ganaderos sobre los ganaderos, los comerciantes sobre los comerciantes, los policías sobre los policías. los nuevos sobre los nuevos, los viejos sobre los viejos, je je je es larga la lista! La historia convertida en justificación y propaganda.
Hace unos años, cuando Mario Ferreyra llegó al Club YPF pretendió darle un perfil cultural y llamó a dar dos cnnferencias a Allen y Van Aken. Cada uno contó lo suyo y yo que fuí las registré. Al volver a escucharlas me di cuenta que los personajes de uno no eran los personajes de otro no eran los mismos. !Er como si contaran la historia de dos pueblos distintos! Hoy estamos en riesgo de que aparezcan nuevas historias, y que por correr de boca en boca las verdades sufran el efecto teléfono descompuesto. En la página ciudaderiogrande hayuna hermosa presentación, basada en la colección Van Aken que siemrpe fue celoso de su material, recibía pero no daba; donde hay algunos equívocos en fechas. Mientras tanto el mundo sigue andando...
Ya sabemos entre quienes estamos hablando.

Anónimo dijo...

Qué bueno que le enseñes un poco de historia a Cesar Vargas y Eddy Vargas, los "dueños" de la Fundación Hain y del frigorífico CAP al que pronto le pasarán una topadora. Lo que Natura no da, Salamanca no presta dice el dicho. A esa gente jamás le interesó la historia de Río Grande, vinieron de Chile con la única intención de "hacerse la Argentina". Desde el crédito sin respaldo que les dieron en el BTF en los noventa hasta hoy no han dado más testimonio que el de ser unos filibusteros. Ojalá la Historia los recuerde como bandoleros.