El escrito de de Graciela
Santamaría hace presencia por aires y suelos riograndenses.
Debido a la crisis económica, AEROPOSTA ARGENTINA, S.A. suspendió sus
servicios al Sur en junto de 1931. Por decreto del 29 de setiembre de 1931, el
Poder Ejecutivo Nacional autorizó a la Dirección de Aeronáutica Civil a
reiniciar los vuelos regulares entre Bahía Blanca y Río Gallegos. La
organización se llamó AEROPOSTA NACIONAL.
Comenzó sus servicios el 2 de octubre de 1931, con el material de vuelo
y las instalaciones que arrendara a AEROPOSTA ARGENTINA. Contó además con la colaboración
de empresas petroleras que le proveyeron de aeronafta y aceite por un montón de
$4.000 mensuales (El posible déficit sería cubierto por la Dirección de
Aeronáutica Civil y la Dirección General de Correos y Telégrafos, por partes
iguales).
Se le encargó al prestigioso aviador Sr. RUFINO LURO CAMBACERES,
funcionario de la Aeroposta, realizar estudios para extender la línea aérea
hasta Tierra del Fuego. El 27 de diciembre de 1931, Cambaceres llegó a Río
Grande, procedente de Río Gallegos, piloteando un biplano WACCO-WRIGHT, en
compañía del Sr. Francisco Ragadale. Recorrieron los alrededores en busca de
una superficie adecuada para futuro campo aeronáutico. Para que los aviones
LATE pudieran operar con comodidad necesitaban un campo con corridas de 800
metros en todo sentido y sin ondulaciones.
Establecido el lugar, se dirigieron a Ushuaia para realizar el mismo
trabajo (17). AEROPOSTA NACIONAL funcionó durante 8 meses acusando 100% de
regularidad, hasta que, por decreto del 31 de mayo de 1932, se autorizo a
AEROPOSTA ARGENTINA S.A., a retomar sus servicios. Tendría un subsidio fijo
mensual del Gobierno y Yacimientos Petrolíferos Fiscales le proveería de
aeronafta necesaria, sin cargo.
Por otro decreto del 24 de marzo de 1933, se prorrogó por 10 años el
contrato de explotación, aumentando también el monto de la subvención mensuDE.
Esta medida aseguró el futuro de la línea comercial.
El 17 de febrero de 1933, el Capitán de Fragata MARCOS A. ZAR, Jefe del
Servicio de Aviación Naval, partió en un raid hacia Ushuaia. Esta Comisión
tendría por objetivo el reconocimiento de la zona Sur y muy especialmente
amplia documentación fotográfica. Usó el avión CORSARIO R-61 que había llegado
en enero de ese año al país, procedente de EE.UU. de Norteamérica y fue ensamblado
en Punta Indio.
En su viaje de ida usó como aeródromos a: Punta Indio (punto de
partida), San Antonio, Trelew, Comodoro Rivadavia, Río Gallegos, Río Grande y
Ushuaia. En el regreso salió de Ushuaia, abasteciéndose en Santa Cruz, Trelew,
Puerto Belgrano hasta Punta Indio, lugar de destino.
En el amplio y analítico informe que presentó a su regreso, considera:
“Condiciones de la Patagonia para el desarrollo de actividades aeronáuticas”
“tipos de aviones para actuar en la costa Sur”. “El servicio de comunicaciones
navales”, además de los específicos de su Comisión: “Conducta del avión y motor
empleados”, “Campo de aterrizaje en Ushuaia” (se había habilitado el aeródromo
eventual, que Marina había ordenado preparar con fondos asignados al Servicio de
Aviación Naval y que Zar, como jefe, debía inspeccionar.)
Por decreto del Gobierno Nacional del 2 de setiembre de 1933, se
autorizó a AEROPOSTA ARGENTINA S.A., a extender sus servicios hasta Río Grande;
éstos comenzaron a funcionar a fines de ese año. Había renovado y ampliado su
material aeronáutico teniendo en servicio 8 monomotores de 8 plazas c/u, (LATE
28).
1 comentario:
como siempre excelente el aporte, gracias
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