LOS ONAS, los salesianos, los ganaderos y LA LIBRA ESTERLINA.


 "Valparaíso, mayo 16 de 1895.-Al señor presidente de la Sociedad Explotadora de la Tierra del Fuego, expone:

que el agente de la Sociedad en Punta Arenas, señor Moritz Braun, ha transportado a la isla Dawson más de cien indios que tenían su asiento en el campo ocupado por dicha sociedad en la bahía Inútil prometiendo que el directorio nos ayudaría a los gastos de mantención.
               Los sacerdotes y las hermanas hijas de María Auxiliadora atienden la educación de los niños y de las niñas, mientras otros empleados enseñan el trabajo a los hombres pra hacerlos útiles  a si mismos y a sus familias.
               "Me presento a U.d. para obtener un auxilio para mantebner a estos indios y a cuantos transportaran a la misión, auxillio sea por una vez sola, sea una asignación por el espacio de cuatro años que calculo necesarios hasta que estos infelices se basten a si mimos con su trabajo.
               "No escapará a la penetración de U.d. el beneficio que reportará a la hacienda de la Sociedad sacando a los salvajes de ese punto, y más el crédito de la misma ante el mundo civilizado que alabará los sentimientos humanitarios de la sociedad chilena cuando se vea el salvaje transformado en cristiano y trabajador".
               "Insinuaria al Directorio determinara una cantidad fija por año para con esta concesión poderme presentar a alguna institución de crédito y obtener los recursos que yo crea conveniente para la misión.
               "A lo menos dos veces al año los misioneros recorren el campo aconsejando a los indios que hubiera y llevando a nuestra misión".
               "Llamando los sentimiento humanitarios de los Directores y confiando en su perspicacia en el negocio, espero una favorable resolución de mi pedido.
Mons. José Fagnano".

Y esta sería la respuesta.

El Directorio, en sesión del día siguiente, acordó lo que se expresa en la parte del acta de es sesión que copiamos a la letra y que dice:
               "En seguida se presentó y leyó una solicitud de Mons. Fagnano, superior de la misión de salesianos a los indios de la Tierra del Fuego, que tiene su asiento en la isla Dawson, solicitando de la sociedad un auxilio para la mantención de los indios de la Tierra del Fuego.
               "La junta discutió esta solicitud y opinó unánimemente que, aunque los Reverendos Padres recibían del estado con el objeto de que recogieran y civilizaran a los indios de la Tierra el Fuego, era justo que la Sociedad contribuyese con algo a ese fin, y se acordó que por cada indio que la Sociedad llevase en adelante a la isla Dawson, se daría a los Reverendos Padres una libra esterlina por una sola vez".
No era esto mucho conceder, pues el padre Fagnano había insinuado verbalmente se le dieran tres mil ovejas, que al precio que entonces tenían en Magallanes, equivalía a 30.000 pesos.
               Tal era el estado de las cosas al principio del invierno recién pasado.
               El invierno de 1895 fue excepcionalmente crudo en el territorio de Magallanes, el termómetro bajó con frecuencia a 20 grados bajo cero y no era raro verlo permane­cer tan bajo días enteros.
               En la Tierra del Fuego los indios se vieron acosados por el hambre, puesl tierra natal se negaba a contribuir a su subsistencia. En tan grandes apuros muchas familias fueguinas se dirigieron a las Estancias de la Sociedad Explotadora; unas con el ánimo de robar y otras con el de obtener allí buenamente el abrigo y el sustento que necesitaban. El resultado fue que allá por el mes de Julio el Gerente de la Explotado­ra dió aviso al Gobernador de Magallanes de la existencia de 164 indios en la estancia de la Sociedad, a los cuales los estaba manteniendo con carne de vaca y se les había abrigado en un galpón y pidió auxilio a la autoridad, pues los empleados y los bienes de esa Sociedad no podían estar seguros en presencia de tal número de esos huéspedes. En cumplimiento de su deber, el Gobernador mandó el vaporcito "Huemul" en busca de esos indios y después de muchos trajines ocasiona­dos por el mal tiempo, pudo traerse a Punta Arenas a todos ellos. A fin de atender mejor a su subsistencia y tal vez con el propósito de hacer un ensayo para hacerlos entrar en la vida civilizada y que pasasen luego a ser miembros útiles de la Socie­dad de Punta Arenas, el Gobernador nombró una comisión compuesta de cuatro personas de las más respetables de la colonia para recibir a estos indios, alimentar­los, alojarlos y proporcionarles los medios de aprender algún trabajo remunerativo.

A fines de ese año la sociedad magallánica presenciaría el traslado de 175 aborígenes fueguinos a Punta Arenas, con la intención de ser repartidos entre la población. El tema llegaría a los estrados de la justicia, y allí se denunciaría que se habría pagado una libra esterlina por cabeza de indio.

La imágen corresponde a la Libra Esterlina acuñada en 1883 con la imagen de la Reina Victoria, cotiza actualmente en el mercado argentino en $ 25.500.

No hay comentarios: