EVOCACIONES***Julio 19, de 1878. Sarmiento en El Nacional publica Cuestión de Magallanes.



Una extensa nota en la cual el expresidente fija posición con respecto a tema juridiscional entre Chile y Argentina.

Un artículo que pocos han leído, menos entre esa mayoría que se atreve a decir que Sarmiento vendió, o entregó, la Patagonia.

Tan graves acontecimientos han producido la cuestión suscitada por el gobierno de Chile, sobre el dominio del Estrecho de Magallanes, que sería de grande importancia recordar los antecedentes económicos que la han provocado, y examinar la importancia real que hoy tiene, con respecto a las ideas que impulsaron, hace cuarenta años, a fundar en el extremo oeste del estrecho un establecimiento chileno.

A uno y otro país interesado, a punto de un rompimiento puede ser útil corregir las malas impresiones en el exagerado interés  que la controversia suscita.

Doblar el Cabo de Hornos era, no más lejos que el siglo pasado, empresa rodeada de pavores, aun para los marinos más experimentados, a causa de los vientos sudoestes (origen del Pampero) que reinan, a veces por meses.
El estrecho, que lleva el nombre de su descubridor, era todavía más temible. No pudieron colonizarlo los Sarmiento, que dejaron de su presencia el Monte y canal Sarmiento, y el Puerto del Hambre, de triste memoria por haber perecido los colonos, a causa de no poder en doce años acudir en su auxilio con víveres desde Montevideo y Río de Janeiro el almirante Sarmiento, ni su hermano desde Lima, donde quedaba representada esta familia. El capitán Fitz Roy descubrió un membrillo, y las célebres palomas blancas del cabo parecen los únicos restos de aquella malograda tentativa.
El fondo del estrecho es generalmente roca viva, y las anclas garrean o se rompen, al punto de salir escuadras españolas enteras, sin un ancla.
El 1817, San Martín fomentó en Chile el puerto de Valparaíso apenas indicado, pues el apostadero español era en Chiloé camino del Perú, y que Chile no conquistó sino en 1827. Esta circunstancia servirá para indicar cuán indiferente era para Chile y la República Argentina la ocupación del estrecho.
En 1840, empero, un gran cambio amenazaba a las relaciones comerciales de la Europa con el Pacífico. Hasta entonces se proveía este último de mercaderías por el cabo, y por el intermedio de almacenes de Depósito de Valparaíso, la costa de América, Chile, Bolivia, Perú, Ecuador, y aun puertos de México, lo que dio al comercio chileno una gran prosperidad, con leyes de tránsito para las provincias interiores de la Confederación Argentina.
En 1840 se inició la atrevida empresa de atravesar por un ferrocarril el Istmo de Panamá; y, a realizarse la empresa, el comercio volvería a tomar sus primitivas rutas, a saber, proveerse el Pacífico por el Norte, en lugar de hacerlo por el Sud, como ahora.
Los filibusteros y bucaneros fueron la plaga de aquel comercio, hasta que, destruidos por las fuerzas combinadas de Inglaterra y España, contra Morgan, el contrabando descubrió el Río de la Plata para proveer a estos países, el Perú, Chile por tierra, y el comercio regular por el cabo.

Los escritos de Sarmiento se corresponden a un tiempo en que nuestro periodismo tenía prioridades formativas, antes que informativas.

No hay comentarios: