La valoración pionera de Tierra del Fuego. Un escrito de Romain Gaignard. La ocupación del suelo. 1

La gran fiebre de oro duró poco, pero pronto el ganado ovino tomó su puesto. La ocupación del suelo en vista de esta especulación debía asegurar un poblamiento estable en la isla, pero también la exterminación de sus primeros ocupantes indios. Misioneros británicos venidos de las Malvinas y apoyados por el gobierno de Su Majestad, habían tentado una primera “asimilación” de los indígenas. De hecho, ellos abrieron el camino a sus enemigos, los ganaderos. En 1869, Waite Stirling logra vivir entre los indígenas. En 1870, Thomas Bridges se instala en la bahía de Ushuaia sobre el canal de Beagle. Llega a vencer los obstáculos del medio e introduce los primeros corderos en la isla. Experiencia sin proyección, pues la excelente posición estratégica de la Misión, sobre la única ruta interoceánica entre el Estrecho de Magallanes y el Cabo de Hornos, no podía compensar el aislamiento que impone su situación: la Misión formó un mundo aparte, separada de los vastos pastizales del norte por una infranqueable barrera montañosa.
En la “pampa” septentrional, única región verdaderamente apta para la ganadería, los misioneros –salesianos venidos de Punta Arenas- abren el camino. Sobre esta costa uniforme, llana, arenosa, encrespada, la desembocadura del río Grande, descubierta por Ramón Lista en 1886, ofrece el único acceso a tierra para las goletas o los pequeños vapores que pueden remontar el río en la alta marea por algunos kilómetros. En 1893, el padre Beauvoir pasa el invierno en la bahía San Sebastián. Al año siguiente, el Padre Fagnano logra instalar una misión al N de la desembocadura y protege pronto as una colectividad de 500 onas, eludiendo el peligro de las primeras matanzas perpetradas por los buscadores de oro y de tierras pastoriles. Los ganaderos, atraídos por el ejemplo de los misioneros, se juntan pronto con los pioneros y comienza la ocupación del suelo a partir de la bahía Porvenir en Chile y de Río Grande en la Argentina. Se produce entonces la ocupación del suelo en el sentido estricto de esta expresión: se contentan con introducir algunos corderos traídos de las Malvinas por Punta Arenas, y de señalar simbólicamente la más vasta extensión posible de tierras que se defiende a mano armada contra los “intrusos”… y que se la “despeja” de sus primeros ocupantes onas. Estos, acusados de confundir en sus cazas guanacos y ovejas, son exterminados sistemáticamente, cuando no mueren a causa del alcohol o por las enfermedades importadas por los europeos  en un medio hacia entones asépticos. Los salesianos, impotentes para salvarlos, se deben contentar con reunir una terrible documentación sobre este genocidio terminado aproximadamente en 1940.
Rápidamente, ya en 1896, los principales comerciantes de Punta Arenas, uniéndose a algunos audaces ganaderos, consiguen controlar las mejores tierras y extienden a la isla el imperio del ovino constituido ya sobre la orilla septentrional del Estrecho. Por matrimonios y relaciones de negocios, Reynolds, Cullen, Behety y los tres hermanos Braun, se colocan bajo la autoridad de José Menéndez y constituyen la Sociedad Explotadora de Tierra del Fuego. Grandes señores de la ganadería patagónica y fueguina, podían hacia 1900, burlarse de los Estados y de las provincias, con sus 12 millones de ovejas y sus 1.700.000 hectáreas, su flota y sus almacenes. En 1911 se realiza la primera división nominal del grupo: la Sociedad de Explotación, desde su sede instalada en la estancia Bahía Inútil, dirige solamente 1.300.000 hectáreas situadas en territorio chileno donde continúa poseyendo, en 1962; la mayor parte de las tierras al norte del paralelo 54. En la parte argentina, el grupo –que controla igualmente, por la Sociedad Anónima de Importación y de Exportación, lo esencial del comercio y del transporte  marítimo de la isla de toda la Patagonia- ha sido escindido en varias ramas correspondientes a otras tantas estancias, a fin de eludir los rigores de la legislación fiscal.
La Anónima se fundó en 1908 en Punta Arens por la fusión de los interés y de los bienes comerciales de José Menéndez y de la firma Braun Blanchard. En el año 1911 los estatutos fueron registrados en la Argentina y la sede social fijada en la Capital Federal. Sigue conformando el punto de convergencia de las familias Menéndez, Braun, Campos y Behety, ligadas por la sangre y los intereses, las cuales por lo demás encabezan, cada una, sociedades ganadera en la región pampena, en Patagonia y en Tierra del Fuego.
                                                                                                               (Continuará)

La imagen trae la portada de la revista en la que en 1953 León Thomas publicó su trabajo Des peuples en voie de désparition, les Fuégins; escrito que inspiro a Romain Gaignard.

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