El parlamentario y escritor –célebre autor de
Juvenilia- pronuncia un discurso en el Senado de la Nación al debatirse una
posible adjudicación de tierras para misionar a los salesianos:
Yo no tengo Señor Presidente gran confianza en
el porvenir de la raza fueguina.
Creo que la dura ley que condena a los
organismos inferiores ha de cumplirse
allí, como se cumple y está cumpliéndose en toda la superficie del globo.
Las ideas de Cané se correspondían con
pensamiento darwiniano, que por otra parte se había consolidado durante sus
viajes al extremo sur americano y su contacto con los canoeros de la región.
El Cané que conocemos pasa por Juvenilia, libro leído por los estudiantes secundarios argentinos durante generaciones. La obra, ambientada en el viejo colegio Nacional de Buenos Aires, tiene cierto enlace fueguino: por el hecho de estar dedicado al poeta Matías Behety.., cuñado de José Menéndez.
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