Ushuaia, entre la historia y el mito

 Durante mucho tiempo creció una mirada en la cual la acción fundacional de Lasserre vino a consolidar en la Tierra del Fuego una presencia argentina, en un espacio prácticamente usurpado por los ingleses, por intermedio de los misioneros anglicanos.

La revista Histonum, allá por 1946, publicó un escrito de Julián A.Vilardi, que coincide con esas apreciaciones de época.

Y es cuando se hace referencia a una situación vivida en los días del gobernador Mario Cornero cuando se dice:

"En la misión protestante los misioneros reunían a los indios y les inculcaban ideas de respeto y obediencia a Su Majestad Británica, enseñándoles, además de nociones de aquella religión, las del idioma inglés, atrayéndolos con regalos de collares de oropel y pulseras de lata".
"A la terminación de estas reuniones, casi diarias, izaban la bandera británica y se entonaba el himno de aquel país".
"Una tarde el Gobernador don Mario Cornero, llega a la misión acompañado de dos marineros, quienes reverentemente portaban un paquete.Presencia el izamiento de la bandera inglesa por última vez. Con todo respeto la hace arriar y ordena a los marineros desenvolver el paquete llevado".
"Era una bandera argentina de guerra y tomándola de manos de los marineros, la entregó al jefe de la misión protestante indicándola la izara en el mástil en el cual hacía un instante flameaba la bandera inglesa. Así se hizo, mientras los argentinos cantaban el Himno de la Patria".
"Cornero se dirigió a los indios de la misión y les explicó el significado de la ceremonia. Esa era la bandera de ellos., castellano su idioma y católica su religión".
"Cornero pidió misioneros de nuestra Fe, sacerdotes salesianos. Estos acudieron prontamente y como rastro del paso de tan beneméritos misioneros queda el recuerdo de José Fagnano, el salesiano explorador de una extensa zona de la Patagonia".
La Misión Salesiana llegada por el Gobernador don Mario Cornero a la Capital de Tierra del Fuego, fue evangelizadora y civilizadora".
"Al mismo salesiano don José Fagnano se le deben muchos progresos de la Tierra del Fuego y Patagonia".
"José Fagnano instaló aserraderos para los indios, hilanderías para las indias, trazó e hizo construir caminos carreteros, fundó escuelas y museos, y promovió todo cuanto podía proveer el progreso y el bienestar".
"El jefe de la misión protestante, el pastor Bridges, se quedó a vivir en la zona, dedicándose al comercio de pieles, en el cual hizo fortuna".

Sobre estos tópicos se pueden hacer algunas acotaciones. Como que Bridges se dedicó a la ganadería. Fagnano levantó su misión lejos de Ushuaia, en el país de los onas, y no fundó museos ni escuelas que si lo hicieron sus continuadores, que nunca construyó caminos carreteros, ni mandó a hacerlos -eran los días del caballo- y que la labor católica en Ushuaia se limitó a un destino parroquial de uno de sus sacerdotes que en carácter de capellán de la gobernación por estar ausente de su sede será dado de baja del cargo.
Y tal vez, aquellos indios, los yaganes -al decir de Bridges- no hayan entendido las explicaciones del gobernador dadas en un idioma que no se usaba en el lugar.

Como un anexo a negocios futuros de Bridges consignamos un Evocaciones escrito ya hace algunos años, para ser leído en un despertar de LRA 24.

7 de agosto de 1892. ¿Le roban a Tomás Bridges siete kilos de oro?.

El episodio ocurrió en el Transporte Golondrina, y fue denunciado por Bridges cuando se realizó una investigación sobre algunas irregularidades observadas entonces en sus travesías entre Ushuaia y la Isla de los Estados.

El oro de Bridges no habría surgido de su directa intervención en la obtención del preciado metal, sino del comercio que funcionaba en Harberton, abastecimiento a los mineros que desde 6 años antes trabajaban en las costas de Sloggett y de la isla Lenox.

La denuncia llegó hasta el mismo Ministerio del Interior y de las diligencias practicadas surge una contradicción:

Tomás Bridges afirma que entregó a un tripulante del Golondrina el oro para ser llevado a Ushuaia y de allí a Londres, pero la carga no llegó a destino. Manifestó a la vez que no tenía comprobante de esa entrega.

En tanto que su hijo, Despard, afirmó luego de revisar los libros de contabilidad que todas las remesas despachadas siempre llegaron a destino.

Más allá de las situaciones irresueltas el dato histórico viene a demostrar la importancia minera de aquellos días, el rol comercial para reunir riquezas, y una observación colateral que indica que los 7 kilos de oro tendrían un valor de 736 libras esterlinas.

Al precio de entonces, con ese dinero se podían comprar 736 ovejas.








1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola Mingo,

Qué interesante este artículo ... Buena idea en colgarlo. A veces, se hace difícil establecer la "verdad real o verdadera" de cómo eran las relaciones con los misioneros anglicanos, y éstos, a su vez, con los yámanas o alakalufes. Algunas lecturas parecerían ser al menos de respeto hacia la Misión Anglicana, y otras, bastantes críticas en cuanto a su accionar. ¿Cuál será la correcta o más cercana a la realidad?
Slds,
Hernán de Bs. As.