El sábado 14, tal como estaba previsto, se realizó en el Centro Cultural Yaganes la presentación de mi novela.
En el análisis y el relato estuvo María Belén Ordoñez Rodríguez -Profesora de literatura en el Colegio Antártida Argentina-, de sus dichos lo aquí transcripto:
El último libro de nuestro amigo Mingo Gutiérrez fue editado en 2012 por Boomerang. El
análisis que yo realicé como profesora de Lengua y Literatura está enmarcado
dentro de la “Novela Regionalista
Hispanoamericana” o “Novela de la Tierra”, por su temática y por las
características presentes del relato.
Tiene elementos que recuerdan a Ricardo
Güiraldes y “Don Segundo Sombra”, claras reminiscencias a autores como Gabriel
García Márquez, Rulfo, Héctor Tizón (que es nuestro, es jujeño), Mario Vargas
Llosa en “La ciudad y los perros”, Isabel Allende, Alejo Carpentier.
Está contada como si fuese una gran
ensoñación. Su título lo dice: “Hasta el próximo recuerdo, y los personajes
adquieren rasgos de extrañamiento como si
recordaran tiempos remotos. Se encuentran claras reminiscencias a hechos
pasados, a historias vividas por antiguos pobladores, a comunidades primitivas
que habitaban estas regiones antes de la llegada de las empresas petroleras
yanquis, y quienes se resistían a abandonar estas tierras.
La idea central es el paso de un pueblo de la actividad agrícola-ganadera a la actividad
petrolera, el pueblo de la Tierra del Fuego, tanto del lado argentino como del lado
chileno.
La novela está dividida en 80 capítulos,
posee varios narradores que son quienes adquieren múltiples voces a lo largo
del relato.
En cuanto al lenguaje es sencillo,
popular. Emplea palabras de la jerga gauchesca como “chicha”, “comilona”, “cantinela”,
entre otras.
Hay una profunda observación de la realidad por lo que podemos hablar de que
es una novela social perteneciente al Realismo.
- En
el capítulo 17 leemos un pasaje referido al clima del lugar:
“El compadre pudo llegar aquella
terrible noche caminando con medio cuerpo quebrado hasta la puerta de la
pensión de la familia de la esposa, donde tenía su hogar en este pueblo
inclemente.
Tuvo fuerzas para llegar pero no
para abrir la puerta”.
- En
el capítulo 39 encontramos la presencia de elementos mágicos:
“Un día llegó la noticia de que
había varado una ballena, allá por la zona del cabo [….] Allá fuimos en una
carretela porque no había vehículo en el pueblo, todos estaban esperando su
corte comestible; y cuando nos íbamos aproximando ya se sentía un fuerte olor a
grasa que decían es propio de la carne de estos animales. En realidad habían
destilado en tachos de basura buena parte de la gratitud de la ballena, y la
carne que tenían cortadas en lonjas que –no te miento- tendrían dos kilos de
peso, se cocinaban en una carne parrilla que pidieron a Vialidad; grande como
un somier de dos plazas”.
Así, en el capítulo 43 aparecen escenas
propias del criollismo y en el 47 se esboza una crítica al sistema militar de
la época no sin cierto dejo de humor. Hay también denuncia en fragmentos como:
“Los gringos los tenían de aquí para allá”.
Mi comentario final es que es una novela
realista por su observación profunda de la realidad que describe. Representa a
una legendaria Tierra del Fuego poblada aún por tribus autóctonas que deben
lindar con la llegada de de empresas petroleras (antiquísimo tema social e
hispanoamericano que recuerda a escritores del Boom. Para mí, es imperdible por
el valor social que tiene.-
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