José Llancalahuén 4: "¡Gente sufrida!"


Cerramos con nuestra última entrega esta serie dada en el fin de semana largo por el Día del Trabajador. Don José no sabe de otra cosa que nos sea trabajar, y en este relato final abunda en detalles de su paso al mundo petrolero, su regreso a la construcción vial, y los sinsabores de la tarea pesquera en la que lo conocimos.

- En ese tiempo había poco trabajo. Y en la estancia igual le daban todas las cuentas. Como parece que en las estancias quedan gente, en ese tiempo no, quedaban uno solo, quedaban dos creo, uno quedaba pa¨¨ carne y el otro que recorría el campo, y nada más. La gente lo recibía todo en septiembre, en esas estancias eran grandes ya, llegaba el tiempo de mucho trabajo, de hacienda y todo.
-¿Y qué se hacía por Río Grande en esa época, un poco para divertirse digamos?
- Bueno, en esos tiempos había el club San Martín, pero ese era, una casita vieja, nada más. Después, muchos años después hubo otro baile, ese donde esta frente el cine, que era un caserón grande ahí, no se en que habrá quedado.
-¿El Belgrano?
- El Belgrano, bueno, ese era otro.
- ¿O sea que a Usted. le gustaba andar por los clubes?
- Claro, cuando bajábamos, esa era la fecha de los bailes…y había todos esos, no eran whisquerías, sino eran cabaret, así.
- ¿Se acuerdan por donde estaban?
- Sí, si, uno estaba por acá abajo, por la calle…
- ¿Moyano?
-Sí, la Moyano. Ese era de la Coca, el otro de la Olga estaba en la, por ahí cerca del hotel Austral, por ahí cerca.
- ¿Ahí dejaban su plata?
- Ahí había que dejar la plata cada mes…(risas)
-,¿Y después se le dio, don José, la suerte de entrar a trabajar en la Tennesse me decía?
- Sí.
- ¿Y cómo fue eso?
- Después de los 11 años que estuve en Vialidad, hubo, este, bueno, yo me salí, pedí mis cuentas, porque…me tocaba andar por todos lados y, en el pueblo claro tenia que andar toda la semana por el asunto de materiales …porque llevaba 3 puentes, 3 cuadrillas a mi cargo, y los víveres, la gamela, todo eso. Así que yo no podía quedarme afuera un mes, no, tenía que bajar todo el tiempo cuando los fierros llegaban, que se pedían a Buenos Aires pa los puentes, tenía que bajar a buscarlo. Así que al final, había meses que quedaba debiendo, y yo digo no, mejor, como por ahí pasaron el dato que en el Moreno faltaban, faltaba un foguista.
- El Moreno, en San Sebastián
- Sí.Era contratado por la empresa, la empresa era de Julio Villa, de Comodoro Rivadavia. Fui y me presenté en la oficina y me dijeron, bueno, justo el foguista era portugués, se fue enfermo y no vuelve más. Dice lo llevamos a prueba, se va por 24 horas, si da resultado queda, si no, no. Así que, bueno, vea, y allá me encontré con un muchacho cordobés, foguista, que había un muchacho chileno igual que lo habían traído los norteamericanos, sargento de la marina en el Sanavirón, y de ese me dieron las cuentas porque yo, dice, fallaba todo el tiempo, llegaba a Ushuaia y no aparecía como 2 ó 3 días en el buque.
- ¿El Sanavirón…el barco ese que estuvo incluso en la Antártida?
- En ese tiempo estaba acá…un aviso. Así que por eso me dieron las cuentas y acá fue que faltaba un foguista. Y ahí estuve un año. Así que, nos hicimos amigos todos enseguida, y ellos me hallaron varios, alguna ocasión que pudiera tener ellos me decían que así, que asa, cada cosa. Cuando ellos bajaron a, me dijeron tienes que darle toda la instrucción como es, del barco…que, la sala de máquinas tendría sus 50 metros de largo y había como más de 1000 motores abajo, y válvulas miles y miles, ahora para saber cuál era la de gas, la de agua, de calorías, pa dar todo esto, pa¨¨ dar lo otro. Y claro que en parte estaba así los tableros escritos en castellano. Así bueno, al otro día igual allá. Y uno me fue a ayudar un poco, y salí bien, ninguna cosa pasó. Y después de 15 días, ninguna cosa ni ningún tropiezo, nada. Llegaron los 90 días, tampoco, la compañía dijo, este dice que no es foguista, los otros siempre se les revienta un caño se quedan dormidos, y éste no. Así que así mismo los ingenieros, lo mismo, y en la compañía lo mismo. Y así que ahí me quedé, en ese buque estuve 4 años, me parece, hasta que lo llevaron.
- ¿Recordamos el nombre del buque?
- El Moreno.
- ¿Y qué era lo que hacía en esa zona?
- Ese estaba, este, como tipo pontón que se llamaba. Ahí traían todos los fierros, pa toda la zona marina, o sea cuando estaban haciendo todos lo embarcaderos pa los buques. En ese tiempo todavía no se embarcaba petróleo, a los otros buques. Porque no estaban hechas las, los tanques los estaban haciendo recién en el Chorrillo, porque primero hicieron una, pero muy chica, esa no dio resultado. Después la última, esa sí. Creo que no se si seguirá trabajando todavía, porque en Chorrillo hay siempre buques. Y ahí me quedé yo, hasta que llevaron el buque. Lo llevaron, según me dijeron después se lo habían llevado pa´Buenos Aires, después pa´ Italia, pa la fundición, pero en eso me dejaron (yo en el Brito), un buque panameño que trajeron. En esa, ahí en ¡eeeeh!, tuve un año y medio, y ahí tenía que tener otra clase de documento, no lo pude conseguir. O sea que ahí no anduve bien. Y ahí salí y me vine a trabajar a la estancia.
- ¿Anduvo también en el campo entonces?
- Si. Bueno, al poco tiempo, donde paraba estaba en el fuego, haciendo unas changuitas ahí en las casas. Cuando llega Humberto Santomé, y tocó la bocina afuera y salió un chico de la casa. Dice, está fulano de tal, sí le digo al chico, dígale que yo quiero hablar con él. Me fui, dice tiene algún trabajo, yo le dije que no, estaba haciendo una casilla arriba. Dijo, no, tienes que ir a renovar un puente de la Sra. Franca, en la estancia Libertad.
- ¿Doña Franca Susic?
- Si, porque ese puente ha sido mal hecho, lo arrastró el agua, y no puede pasar. Así que ahora hay que hacerlo, quizás nuevo, y vos vas a ver lo que es lo que hay que hacer. Claro, como yo era el único que había estado 10 años en Vialidad haciendo puentes, y todos los que hay de hormigón y madera los he hecho yo, claro que era el único puñetero que tenía Vialidad pero ahí yo ya había salido de la compañía. Fui a hacer ese puente, claro, me dieron maquinaria, gente, y todo eso. Me dieron una topadora con un maquinista y un camión, y la señora Susic si quería bajar al pueblo, alguna cosa, cualquiera de no otro, ya sea por enfermo o cualquier cosa. Pero la gente esa, la que tenía yo no eran de Vialidad, solamente…o sea que ninguno, solamente las maquinarias que había ahí, los choferes nomás, nada más. Y los otros eran todos particulares. Así que antes que termine llegó Santomé otro día. Me dice te mando buscar otra vez, y yo le digo para qué. No, que te salió la comisión que tienes que ir a hacer el puente de la Gobernación en San Pablo, porque el único que acá de Vialidad, no otros, quien era que había sido el mejor de Vialidad para hacer los puentes, y no te lo vamos a dar a vos. Así que vos tenés que hacerlo ahora. ¿Y cuándo podés terminar este? Y yole digo este ya está, hay que terminarlo de entablar y ya, el barato nomás, pero el contratista que tiene el sobrino de doña Franca, él lo hace.
- El lo puede hacer…
- El lo puede hacer. Porque él dijo que él sabía de eso, solamente quedaba mal porque no tenía las máquinas topadoras, la bomba, motobomba que se armaban para secar el río... Entonces dice estas están, listo, si está listo te llevo hoy mismo pa arriba. Y tiene que hacer la gente y ver allá, porque ahí te van a dar planos, este, te lo va a dar…Rouco te lo va a dar. Bueno, y fui, al otro día hice la gente, bueno, ahí llamaron ese día, ya la gente ya, pero ahí lleva toda la gente conocida, capaz pa¨¨ trabajar allá, pues. Y me fui, estuve 6 meses, a los 6 meses terminé la obra, pero cualquier cantidad de máquinas llevamos ahí, cargadoras, topadoras.
- ¿Ya habían cambiado los tiempos?
- Claro. Desmontamos todo ese cerro a pura fuerza de máquina, a pala no, antes se hacia a pala. Los desmontes eso a pala, y las cunetas, las curvas, todo eso. Pero ese tiempo ya no, a pura topadora nomás. Solamente el puente lo hicimos, como el puente era de cemento y madera, lo hicimos al uso antiguo todavía. Y le hicimos el puente a los 6 meses. Y claro,, yo era…saqué como 7 y eso que trabajaba en el hielo. Así que yo bajé y, me faltaban carpinteros y albañiles, y había unos que trabajaban por Gallegos por ahí, por todos lados, como contratistas, pusieron esos…
- Gente sufrida también.
- Sufrida también. Así que se fueron. Cuanto la hora, tanto. Y claro, yo tenía lo sueldo que me había ofrecido la Gobernación, porque yo tenia todos los papeles por Gobernación. Y representante en ese tiempo era el Gobernador de acá, el finado Ruperto Bilbao, ese era. Y después estaba de representante Rebuffo y el otro…Ponce, Venancio Ponce, no me dicen, está jubilado de Vialidad, acá siempre pasan los ingenieros, el otro día le pregunté y Ponce, no, me dicen, está jubilado hace más de un año. Yo… le contaba no ha pasado acá. Así que… después al otro año quería, bueno después al otro año volví a Vialidad de nuevo, pero el consorcio no 5, que ya llegó haciendo huella, pero todo con máquinas,, el consorcio. Bueno, las máquinas siempre las daban Vialidad, pero los maquinistas siempre, todo eso, eran la mitad de Vialidad y el resto…
- ¿Qué era ese Consorcio?
- Hacían Consorcios como el que dice la Cooperativa, entre todos los estancieros, o sea, de ese lado eran todos…pero, pagaban, le descontaban el 20%, y el 80% lo daba Vialidad. Y después la nafta todo eso lo daba Vialidad. Y eso, el 80% era para el gasto de la gente, el sueldo de la gente, y el gasto de máquinas, el aceite, el gasto de maquinarias lo daba todo el Consorcio.
- Bueno, don José, espero que hayamos entretenido a la gente que nos ha estado escuchando en este domingo por Radio Nacional Río Grande, muy al reparo del viento, porque parece que usted supo bien donde hacer su casa acá en Punta María, y bueno, agradecerle por estas vivencias y también indicarle a nuestros amigos que don José no los va a recibir mal cuando vengan por aquí, sobre todo si andan buscando pescado.
- No, siempre que haiga…A pesar que por ahora tengo 4 redes afuera, pero con el viento que hay tengo bien pocas posibilidades que haiga. Y la marea todavía de aquí es bastante tarde.
- Pero no es para desesperarse, sino es hoy será mañana... Todo que no se la lleve el…
- Bueno, eso también. La que tengo afuera quien sabe no me falte alguna hoy. No, de acá…bueno, acá, más allá es, no se fueron solas las redes, sino que me las llevaron. Una noche que no estaba acá, al otro día estaban las sogas cortadas, cortadas a cuchillo, dos redes me llevaron.
- Algún pícaro…
- Claro, por que algunos, ellos, que quieren tener las redes sin cortar ni un peso, con irlo a buscar basta. Pero esas redes, acá no trabajamos, porque tengo varios amigos pescadores, por Río Chico y por todos lados…lo conocían, así que…y eran las primeras que venían de Moncusa, que ese hilo no había acá así que no, las redes esas se fueron otra vez a parar a Porvenir, a Chile o por Gallegos, por ahí habrán ido, pero aquí no trabajaron.

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