Quien a la postre resultaría ser el Comandante Político Militar de las Islas Malvinas, nació en el seno de una familia de origen francés portestante que se había radicado en la ciudad nortealemana de Hamburgo.
A
los nueve años fue enviado a Estados Unidos, donde comenzó a trabajar en una
firma alemana, donde demostró inteligencia y una capacidad especial en la
actividad comercial.
Llegó a Buenos Aires en el año 1819,
donde comenzó a desarrollar actividades comerciales. Al tiempo se asoció a Jorge Pacheco a quien el gobierno de Buenos
Aires otorgó la concesión para él aprovechamiento del ganado vacuno y el de los
lobos marinos de la Isla Soledad. Vernet se trasladó hacia la isla donde
comenzó con el desarrollo del lugar, llevó caballos y lanares, rehabilitó
varios edificios que se encontraban abandonados y semidestruidos. No sólo
realizó una tarea colonizadora del lugar sino que también emprendió
investigaciones científicas para el mejor conocimiento de las islas. Los
estudios incluían, un estudio de los lugares para futuras colonizaciones y
posibles producciones en ese lugar, en esto colaboró activamente su joven
esposa.
El 10 de junio de 1829 fue nombrado
Primer Comandante Político Militar en las Islas Malvinas. Bajo el pabellón
argentino, se comprometió a hacer cumplir la legislación argentina, cuidar sus
costas y los reglamentos de pesca vigentes. Construyó un fuerte y se proveyó de
algunos cañones para la defensa del lugar.
Luis Vernet trasladó a la isla a su familia, comenzando
por su esposa María Sáez,
rioplatense nacida en Montevideo, con la que tuvo en las islas una hija Malvina Vernet y Sáez.
Ejerció el
cargo de comandante político y militar aplicándose a la tarea de hacer cumplir
los reglamentos sobre pesca de anfibios, que realizada de forma indiscriminada
por parte de los loberos y balleneros extranjeros, constituía un grave problema.
El pago por derecho de anclaje fue sistemáticamente eludido por los balleneros
y los cazadores clandestinos de guarás, especialmente ingleses y
estadounidenses.
En agosto de 1831, tras un incidente
con tres pesqueros estadounidenses, Vernet se retiró a Buenos Aires, donde arribó
con la goleta Harriet con el fin de someter el caso al fallo del Tribunal de
Presas.En dicha ocasión, el cónsul norteamericano en Buenos Aires desconoció el
derecho argentino a reglamentar la pesca en las Malvinas. A fines de ese año,
personal de la corbeta de guerra USS Lexington, de la Armada de los Estados
Unidos, incursionó en Puerto Soledad al mando del capitán militar Silas Duncan y cometió hechos gravísimos: se
saquearon los bienes y las propiedades, se destruyeron las instalaciones de
artillería y los principales pobladores fueron conducidos prisioneros
ilegalmente a Montevideo, en lo que fue un desigual acto de guerra.
La acción cometida por Duncan causó conmoción en Buenos Aires.
En junio de 1832, el encargado de negocios norteamericano,Francis Baylies,
siguiendo instrucciones de su gobierno, exigió la desautorización de Vernet, la devolución de los
bienes incautados por él, y el pago de una indemnización. A su vez, puso en
duda la legitimidad de los títulos de soberanía argentina. Ante tales
circunstancias, el gobernador Juan
Manuel de Rosas lo declaró
“persona no grata” y le extendió los pasaportes correspondientes.
El 2 de enero de 1833, después del
incidente Lexington, Vernet marchó en demanda de ayuda a la
ciudad de Buenos Aires, le sucedió como gobernador designado Mestivier y luego, cuando era ya gobernador
interino el capitán Pinedo,
las naves de su majestad invadieron el territorio argentino. La invasión
inglesa quedó a cargo del capitán militar John
James Onslow, quien al mando de la fragata Clío se lanzó al ataque de
Puerto Soledad. Vernet nunca
fue repuesto en su cargo ni volvió a las islas, aunque intentará negociaciones
con los ingleses para recuperar derechos e inversiones. Falleció en 1871, sus restos
reposan en el cementerio de la Recoleta..
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