Mi hija Ana, trajo
de sus vacaciones un conjunto de periódicos igual que otros amigos vienen
haciendo desde hace año para complacerme como curioso lector. En uno de ellos –The Panama good times- leímos aun
artículo que referenciado a ese país también podría tener principio de
aplicación al nuestro, y más específicamente a nuestra provincia.
La Organización de las Naciones Unidas estima que solo en Estados
Unidos, el avistamiento de aves y otras especies salvajes genera cerca de U$S
32.000 millones anuales. Un monto similar al producto interno bruto de un país
como Costa Rica, asegura la entidad. A la par, es necesario tener en consideración que los países
latinoamericanos se caracterizan por su asombrosa biodiversidad, elemento
fundamental para el desarrollo y promoción de dicha actividad turística, la que
da a América Latina una ventaja imbatible. Pues, encabezado por Colombia, es la
región del mundo con mayor número de especies de pájaros en todo el planeta.
Simultáneamente, esta categoría de viajero suele tener solvencia
económica, por lo que viajan armados de equipos sofisticados y van por el mundo
en safaris fotográficos retratando nuevas especies para su colección. Los
números hablan por sí solos, existen 3 millones de observadores de aves en
Reino Unido y 46 millones de observadores en los Estados Unidos. Sin duda
alguna, es un mercado emergente que motiva a los entes encargados de la
promoción turística del país a invertir esfuerzos en promover este nicho
turístico.
Debido a su ubicación y forma geográfica, Panamá se convierte en un
punto de encuentro para aquellos que aman la naturaleza y en especial para los
observadores de aves. Anualmente, desde los primeros días de octubre sobre la
cima del cerro Ancón se encuentran los voluntarios de Audubon efectuando el
conteo de aves, uno de los más grandes del continente. Justamente, por la
condición de istmo esta área se convierte en la “puerta” por donde pasan casi
todas las aves que toman la ruta de Centroamérica hacia el sur. En el lapso de
un mes y medio pasarán más de 3 millones de aves rapaces, como resultado en
2015 se batió el record con un conteo superior a 2 millones de aves en un solo
día.
No hace mucho tiempo
nos preguntábamos cuando dinero deja por día al puerto de Ushuaia y a la
capital provincial la visita de un crucero. Tal vez el reciente viaje de la
gobernadora a Miami nos la pueda devolver con estos números concretos que
parten de la necesidad de alentar la economía fueguina de otra manera. Tal vez
sería hora también de que se comience a afilar el lápiz para buscar ese
universo consumidor de naturaleza que se esconde tras los observadores de aves.
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