Promediando los años 90 tuve la fortuna de poder consultar
los archivos de Vialidad Nacional. Detallado registro de la documentación que
acompañaba cada obra y que quedó en resguardo en el tiempo por método y
constancia de Francisco Santomé.
Conversando sobre este tema con el Comisario Allen que
consumía regularmente sus tostados en el Hotel Los Yaganes, me dijo: -Fíjese si
encuentra alguna referencia al Paso Medin
Don Anibal hacía referencia a una batalla personal. Lograr
que se cambie el nombre del Paso Garibaldi, entendiendo que no era mérito del
sobrestante de origen haush el descubrimiento del paso cordillerano, sino se
una comisión policial en la que el Comisario Medina fue protagonista.
Había una antigua rivalidad entre el policía y Finochio,
jefe de vialidad, al que el mismo –siendo un muchacho- solicitó trabajo y Don
José nunca contestó.
Allen recordaba que la oferta laboral entre los treinta y
los cuarentas no pasaba para un argentino que ser agente policial o empleado
vial; que lo sueldos eran estables aunque de pronto el presupuesto daba para
que en uno de los desempeños de ganaran pesos o centavos más, entonces algún empleado
de un área se sentía tentado a dejar lo que estaba haciendo en un lado y pasar
al otro.
Luis Garibaldi Honte era un ejemplo, había policía y
caminero en tiempos distintos.
Yo simpaticé mucho con la persona cuyo nombre denomina al
Paso, pero ¿Qué pasaba si encontraba una evidencia documental en terreno vial
que daba méritos a un descubridor fuera de la repartición?
Pasaron los meses.
Más de una vez paré por los Yaganes cuando el Comisario me
hizo un gesto, y hablamos de la vida y zonas aledañas, pero el tema de Francisco Medina
no afloró en ninguna de la partes.
Pero hubo un día en que casi terminaba con la prospección de
la documentación vial, a donde llegaba
tomándome un recreo en mi trabajo radial, y encontré una planilla de sueldos, y
al pie una identificación de una Cuadrilla de trabajo en el Paso Medina.
El tiempo pareció tenerse.
Yo estaba autorizado a sacar papeles a fotocopiar, puesto
que en la repartición no existía ese instrumental.
Hice una copia para mí, y otra para él: y esa misma tarde se
la acerqué al investigador de la historia de la policía territorial.
Hubo una profunda satisfacción en el rostro de Don Allen,
que dobló la fotocopia y la colocó en medio de su agenda. Y luego sacó su
billetera y sacó este billete antiguo, de cincuenta centavos, billete que puedo
recordar vi en circulación por los años 60, y me dijo: Cóbrese por su trabajo.
Después supe que por cincuenta centavos más que hubiera cobrado
en Vialidad el joven oficial de policía le había solicitado al jefe de vialidad
trabajo bajo su dependencia, y este nunca le había contestado. Tal vez si la
respuesta hubiera sido afirmativa Allen hubiera sido el gran historiador Vial.
Pero eso no había sido así, entonces fue un crítico de
aquellos que trabajaban en los ripiosos caminos fueguinos. Una vez dijo: Con la
plata que se ha gastado en la Ruta 3 podría habérsela enchapado en oro.
Pero ese es otro rastro..
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