En el año 1824 el gobierno de la Provincia de Buenos
Aires por ese entonces a cargo del gobernador Martín Rodríguez, negoció con la
compañía bancaria Baring Brothers de Londres, Inglaterra, un empréstito por un
millón de libras dando, origen a la deuda externa argentina.
En
Inglaterra el fracaso del banco Overend & Guerney en 1866 condujo a un cambio clave en la forma en que los bancos
centrales manejaban crisis financieras.
Cuando se declaró en quiebra en mayo de 1866, muchos bancos más pequeños se
vinieron abajo ante la imposibilidad de conseguir fondos, aunque fueran
solventes.
A consecuencia
de esta crisis, reformadores como William Bagehot presionaron para que el Banco
de Inglaterra asumiera un nuevo papel como prestador de último recurso que
proveyera de liquidez al sistema financiero durante las crisis, para impedir
que el colapso de un banco se extendiera a otros.
La
nueva doctrina se
implementó durante la crisis de Barings en 1890, cuando las inversiones de ese banco sufrieron
pérdidas en Argentina. El Banco de Inglaterra cubrió las pérdidas para evitar
que sistema bancario del Reino Unidos se viniera abajo. Las negociaciones
secretas entre el Banco y financistas británicos condujo al establecimiento de un fondo de rescate de 18 millones de libras
en noviembre de 1890, antes de
que se hiciera pública la magnitud de las pérdidas de Barings.
Los
banqueros también organizaron un comité para renegociar la deuda vencida que debía Argentina, pero una crisis bancaria envolvió al país y
los préstamos externos a Buenos Aires se suspendieron virtualmente durante una
década.
Algunas
de estas noticias parecen tomadas de un diario de estos días.
Finalmente
diremos en relación a nuestro compromiso con la banca Barig que tras
varias negociaciones infructuosas, incluido el ofrecimiento de las Islas
Malvinas en forma de pago, terminó de pagarse recién en 1904, ochenta años
después de la toma del crédito, por un monto ocho veces superior al original.
Sin pan y sin trabajo, pintura de Ernesto De la Cárcova. Estos días se habló mucho de La Cárcova, por el juicio que se sigue en un crímen que ocurrió en esa localidad. La obra refleja las miserias en un país endeudado, como en la Argentina de fines del siglo XIX.
Sin pan y sin trabajo, pintura de Ernesto De la Cárcova. Estos días se habló mucho de La Cárcova, por el juicio que se sigue en un crímen que ocurrió en esa localidad. La obra refleja las miserias en un país endeudado, como en la Argentina de fines del siglo XIX.
No hay comentarios:
Publicar un comentario