Hernán Genovese (*): Sumo algunas referencias sobre el origen del topónimo “Sloggett”



Para ubicar en el tiempo a este nombre geográfico, debemos remontarnos a los inicios del siglo XIX, cuando dos célebres embarcaciones fueron preparadas para realizar un viaje de relevamiento – un estudio hidrográfico – que incluyó al archipiélago fueguino. Sus nombres: “Beagle” y “Adventure”. Este trabajo de exploración se extendería durante un plazo aproximado de diez años, y se realizaría con dos expediciones.

La primera expedición partió de Plymouth el 22 de mayo de 1826 y regresó al mismo puerto el 30 de octubre de 1830. Cuando zarparon, la “Beagle” estaba capitaneada por Pringles Stokes, mientras que la “Adventure” respondía al mando de Pillip Parker King. Durante un receso de esta primera etapa, Pringles Stokes se quitó la vida (1º de agosto de 1828) y su lugar fue ocupado por Robert Fitz Roy. Y sería bajo el mando de éste último, cuando surgiría el topónimo Sloggett.

Ya en esta primera expedición, hubo una llegada a la Bahía en cuestión. Mientras la “Beagle” estaba anclada en Bahía Windhond, al sur de la Isla Navarino, el 3 de mayo de 1830 el master Mateo Murray partió en una ballenera con rumbo al Cabo Buen Suceso. Y antes de desembarcar allí, estuvo en la Bahía Sloggett.

Al regresar a Europa, Fitz Roy se llevaría a cuatro fueguinos de quienes luego se hablaría en los libros de historia fueguina. La intención de Fitz Roy era enseñarles la religión cristiana y educarlos.

En la segunda expedición, la “Beagle” con Fitz Roy nuevamente al mando, zarpó el 27 de diciembre de 1831 para proseguir con el relevamiento en el archipiélago fueguino y áreas cercanas. Iban abordo tres de los cuatro nativos que ahora volvían a su tierra (uno de ellos, había fallecido de viruela al llegar a Europa en diciembre de 1830), el naturalista Charles Darwin y un misionero (Richard Mattews). Los nativos y el misionero fueron desembarcados cerca de Bahía Windhond. La “Beagle” y la “Adventure”, tras un largo periplo por el mundo, fondearon en Falmouth el 2 de octubre de 1836 y luego continuaron a Plymouth. La “Beagle” fue desarmada en Woolwich el 17 de noviembre de 1836.



Entre los innumerables topónimos que dejó este relevamiento inglés, aparece la Bahía Sloggett. Así lo cuenta Juan E. Belza:

“Ahora continuaré con los accidentes que bordean el Beagle: “(...) Bahía Sloggett (insinuación misteriosa para mi) con su Punta Jesse, hoy Argentino”.

En este punto, cabe una acotación. Del comentario de Juan E. Belza, se desprende que el topónimo “Punta Argentino” reemplazó el nombre anterior de “Punta Jesse”. Sin embargo, en la Carta del “Cabo de Hornos, Isla de los Estados y Península Mitre” editada por Zagier & Urruty en 2002, puede observarse que coexisten ambos topónimos: Punta Jesse y Punta Argentina, ambas ubicadas en la entrada oeste de la Bahía Sloggett. Una posibilidad, es pensar que efectivamente, al momento de escribir Belza su libro (1978), Punta Argentina haya reemplazado a Punta Jesse, y que luego, en algún momento el nombre de Punta Jesse se haya corrido hacia otra punta cercana, tal como se la puede observar en los mapas actuales. Cabe señalar, que algunos topónimos fueguinos fueron reemplazados por otros, pero el topónimo reemplazado no desapareció, sino que fue trasladado a otro lugar geográfico. Tal el caso, por ejemplo, de la Isla Terhalten, que luego fue llamada Isla Lennox. El nombre Terhalten fue asignado por el vicealmirante Schapenham en 1624 en recuerdo de uno de los tripulantes de la llamada Flota Nasávica (Johan Ter Halte, capitán de la tropa de Mauritius). Sin embargo, el reemplazo no eliminó el nombre Terhalten, el cual fue desplazado y asignado a otra pequeña isla situada al sur de la Isla Lennox. Así, este nombre sobrevivió hasta la actualidad.

Continúa Belza su comentario con respecto a la Bahía Sloggett propiamente dicha:

“Es interesante acotar que el topónimo Sloggett, pudo ser interpretado como una voz eslava que significa “reunión” y que los oreros dálmatas frecuentadores del lugar, rico en yacimientos auríferos, transmitieron al puesto. En efecto, Julius Popper estableció allí un puesto de lavado de metales a comienzos de 1891, constituido casi totalmente por croatas (...). La coincidencia es curiosa, pero el nombre de Fitz Roy (Sloggett) antecedió a las “reuniones” en unos cincuenta o sesenta años” (Belza, Juan E.: “Romancero del topónimo fueguino”, Instituto de Investigaciones Históricas Tierra del Fuego, Buenos Aires, 1978).

En ese mismo año de 1891, en el mes de octubre, el transporte Ushuaia en el cual viajaba Juan Manuel Eizaguirre como corresponsal de La Prensa, bajó materiales en la Bahía Sloggett para construir una comisaría. Días antes, Eizaguirre había hecho una reunión abordo para proponer una rectificación de topónimos con el fin de hacer valer la soberanía o nombres que tuvieran más que ver con nuestra historia. Fue así como propuso reemplazar el nombre de Bahía Sloggett por el de Bahía Cornero (por entonces, el Gobernador del territorio), pero claro está, su intención no prosperó.

Hammacoia, era el nombre con el cual los nativos del lugar llamaban a la Bahía Sloggett.

Por último, “el pequeño islote de 200 metros de largo por 40 de ancho” situado en el sudeste de la bahía Sloggett, mencionado por Popper, tal vez pueda ser el Islote San Martín de Tours, única isla que la Carta antes citada señala en dicha bahía.


En la imagen: Draga de Sloggett, foto de Ramón Orellana.

 
Hernan Genovese nos privilegia con su amistad. Gran conocedor de nuestra realidad austral, por lo leído y por lo recorrido está presto a embarcarse en un crucero que lo llevará hasta Magallanes y le posibilitará comenzar a conocer in situ, la Tierra del Fuego chilena. Seguramente pronto tendremos noticias suyas.

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