El pasado jueves falleció en su Comodoro Rivadavia Juan
Domingo Carrizo, a quien comenzamos a conocer aquí como Juan del Valle.
Nacido en la capital del petróleo –hijo de padre
catamarqueño y madre riojana- abrevó en casa de cantones en la esencia del folklore
de esas provincias y cuando se trasladó a nuestra isla por 1978 acumuló
nostalgias patagónicas, se aferró a la guitarra y buscó escenario para expresar
lo que sentía.
Por entonces era mecánico de la firma SADE, pero pronto en
la ciudad conocería los escenarios del O Higgins acompañando en la presentación
de un disco a RAMÓN Barrenechea, y en el San Martín subiría presentado por el
Dúo Acuña Corvalán.
Pero una actividad comercial le daría una trascendencia
grastronómica, sería cuando se instale en Río Grande con el recordado
“Choripapas”, rubro que trasladaría a su regreso a Comodoro –muchos años
después-y que atendería en la calle Rivadavia, con su también recientemente
fallecida esposa, Dora (con él en la foto) , en una circunstancia de la cual nunca se pudo
recuperar.
Nuestro último diálogo con Juan tenía situaciones
alentadoras: había grabado su segundo disco, y el primero –titulado Para voz
Tierra del Fuego- había entrado en un concurso por el que se le editarían mil
discos que permitirían encausar ese mensaje que incluía algunos temas propios,
como el que le dio título a aquel cassette en 1993, y segundo corte –Yo te
canto Río Grande-, uno de los pocos registros folklóricos que aluden
nominalmente a nuestro pueblo.
Ya hacía más de un mes que un ACV lo había derrumbado en su
entusiasmo, y se sabía que difícilmente podría recuperarse, de múltiples
lugares sureños comenzaron a llegar sentidas voces de lamento por lo se iba con
él, que siempre contribuyó a la realización de múltiples expresiones del cantar
popular en un medio tan plural como es nuestro sur.
Este “Mingo” de Comodoro guardaba en su historial andariego
una salida de su casa a los trece años, y la construcción de un enorme mundo
con amigos. Esos que en las últimas horas aparecen en Facebook lamentando su
deceso.
Nosotros recordamos sus dos festivales provinciales que el
luego dfe su partida en 1997 reedita en su ciudad natal con el agregado de
Festival Provincial del Canto y de la Danza Popular Argentina; proyección de
sus 18 años con la Peña de los Amigos espacio de concurrencia de los exponentes
más australes.
En nuestra última conversación periodística nos prometió una
visita, y el anuncio de un interés por que se reinstale su comercio: tal vez
con su iniciativa, pero en otras manos, mientras él –desde los cotidiano-
seguiría esperándonos en el Boullevar Rivadavia, casi en intersección con
Patagonia, cerquita de la Rural, un espacio que se ganó después de tres años de
gestiones.
Del Valle quisiste ser, como la evocación virginal de lo
catamarqueños que nadaba por tu sangre sureña.
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