EVOCACIONES* El 4 de Febrero de 1889, a un día de la llegada salesiana en la goleta Fueguina, la Misión de San Rafael en Isla Dawson recibe a su primeros alakalufes.

Ya para entonces Fagnano había solicitado al Congreso Nacional argentino “como premio de mis trabajos, la cantidad de 30.000 hectáreas de terreno en la Tierra del Fuego, donde pienso establecerme para beneficio de los pobres indios, y no dudo, se me negará, pues se hizo una concesión hace dos años al señor Tomás Bridges de la misión protestante”.

¿Cuáles son los méritos por los que Fagnano solicita se premiado? Su participación en la zona del Río Negro en acciones evangelizadoras simultáneas a las militares, propias de la llamada Conquista del Desierto. 

¿Cuáles son las tierras con las que se benefició a Bridges? Las que integran la Estancia Harberton, patrimonio familiar que ya eran la primera estancia fueguina en territorio argentino.

De buscar imágenes para ilustrar esta referencia histórica encontré por un lado uno de los bustos que recuerdan a José Fagnano, en la intersección de la calle que lleva su nombre y la avenida San Martín, Y por otro lado un retrato del pastor anglicano, advirtiendo que no hay monumentos en la Tierra del Fuego que recuerden aquella presencia pionera que se gestó en torno de Ushuaia, al menos en torno a sus figuras más notables.


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Mingo!

Uno de los escritores más prolíficos sobre historia fueguina, Arnoldo Canclini, se interiorizó en detalle sobre las razones que llevaron a Thomas Bridges a asentarse y ocupar tierras al sur de la Isla Grande, apartadas del sitio que hasta entonces era la base de la Misión Anglicana (actual Península de Ushuaia). Su relato nos hace pensar que más allá de los esfuerzos de la Misión, Bridges aún continuaba pensando en ayudar de algún modo que estuviera a su alcance a los yaganes, es decir, ya no por intermedio de una organización con asistencia de distintos tipos, como lo era la Misión Inglesa, sino de manera personal. Arnoldo Canclini lo cuenta de la siguiente manera:


“A fines de 1886, Bridges hizo un viaje a Inglaterra, adonde llegó en noviembre. Mientras estaba allí, presentó su renuncia al cargo de misionero. Se basaba en el hecho de que el reducido numero de yaganes que quedaba no justificaba los grandes gastos de la misión en Ushuaia y que, a su juicio, era preferible ayudar a los indios a establecerse en otra parte, dándoles trabajo. Por eso expresó su sentir de continuar colaborando en la forma que él consideraba mejor.

Para cumplir sus propósitos, el ahora ex misionero resolvió instalarse con una estancia en los canales. Al volver de Inglaterra fue huésped de Francisco P. Moreno, director del Museo de Ciencias Naturales de la Plata, con quien había tenido correspondencia y que visitó a la Sociedad en Londres en 1899, expresando su deseo de ver el diario de Gardiner (*). El famoso “perito” le presentó a su tío Antonio Cambaceres, que presidía la Cámara. Este a su vez lo llevó al ex presidente Mitre y al presidente Roca. A la pregunta ¿Cómo podría compensar mi gobierno, de algún modo, la vida de sacrificio que usted ha llevado y la humanitaria tarea que usted ha realizado?, Bridges contestó: “Dándome una parcela de tierra”. Al momento, marcaron un mapa, pero el entusiasmo presidencial chocó con el inconveniente legal de que se necesitaba la sanción del Congreso. Hubo un debate en diputados, ya que algunos legisladores ultracatólicos se opusieron, pero finalmente Roca tuvo la satisfacción de firmar el decreto, que según dijo a su familia luego, fue el último de su primer gobierno. Se trataba de ocho leguas cuadradas, en la mejor tierra del Sur de la isla, frente e incluyendo la isla Gable. Ya había hablado del tema con Bove y Noguera, que le apoyaban. Además, Bridges se había hecho ciudadano argentino.

Dieciocho familias yaganas fueron a establecerse difinitivamente en la estancia que llamó Harberton, en recuerdo del pueblito natal de su esposa; así los indios quedaron bajo la influencia cristiana del ex misionero y su familia” (Canclini, Arnoldo: “Así nació Ushuaia. Orígenes de la ciudad más austral del mundo”, Editorial Plus Ultra, Buenos Aires, 1992).

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Anónimo dijo...

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Algunas referencias toponímicas

El nombre “Gable” fue asignado por Waite H. Stirling, misionero también anglicano con importante presencia en Ushuaia. El apodo deviene de un aspecto visual que presenta la isla. En español “gable” significa “gablete”, palabra a la cual la Real Academia Española atribuye el siguiente significado: “M. Arq. Remate formado por dos líneas rectas y ápice agudo, que se ponía en los edificios de estilo ojival”. Este concepto se acerca al de “alero”, y es precisamente por los acantilados que tiene la isla en su lado oeste, los cuales asemejan la forma de pequeños aleros viéndolos a la distancia, que la isla recibió este nombre. Inclusive, al menos una parte esta característica puede advertirse desde Puerto Almanza.

El topónimo Cambaceres - por Antonio Cambaceres, que había ayudado a Bridges -, también puede leerse en las cartas y mapas de la región. Fue asignado a un puerto del Canal Beagle al Este de la Estancia Harberton por voluntad de la familia Bridges en 1887. Este nombre reemplazó a otro que antes tenía aquel lugar (Bloomfield) dado por Allen Francis Gardiner, quien antecediera en la obra misionera a Stirling y Bridges. Los nativos llamaban a ese mismo puerto “Lanushuaia”, que significaba “Bahía del Pájaro Carpintero”. En la actualidad, los mapas sitúan un río próximo a Harberton que desemboca en el Beagle con el nombre de Cambaceres. En rigor de verdad, el nombre correcto de esta personalidad a quien se debe la referencia toponímica era Antonino Cambaceres, un comerciante, estanciero y político argentino. Fue el primer presidente de la Unión Industrial Argentina, además de ocupar cargos como diputado provincial (en 1867 y 1880) y senador nacional (1882). También fue propietario de una importante estancia en la Provincia de Buenos Aires, además de ocupar una variedad de cargos (presidente del Banco de la Provincia de Buenos Aires, director del Ferrocarril del Oeste).

El nombre Harberton aplicado a la estancia que levantó Thomas Bridges en las costas del Canal Beagle, como indicara Arnoldo Canclini en su libro, se debió al pueblo en que nació su esposa: María Varder. En los mapas, además de la estancia, puede verse que el topónimo se extendió al puerto cercano al establecimeinto y a un cerro ubicado al norte cuya altura es de 504 metros.

(*) Se refiere al diario que fue escribiendo Allen Francis Gardiner antes de morir de frío y hambre en Puerto Español, Bahía Aguirre, en 1851.

Un saludo Mingo!
Hernán (Bs. As.).-