EVOCACIONES** El 8 de febrero de 1890 se podía leer en La Nación, el siguiente petitorio:



Señor Juez del Crimen, Félix M. Paz, teniente de navío de la Armada Nacional, y gobernador del territorio de la Tierra del Fuego, constituyendo domiclio legal en la calle Reconquista Nro 195 (estudio del abogado que me patrocina), ante Vuestra Señoría en la forma más arreglada a derecho, comparezco y expongo.

Hace pocas semanas, hallándome en el territorio de mi gobernación, tuve noticia de que uno de los empresarios que explota el lavado de arenas auríferas que se encuentran en dicho territorio, había publicado en esta ciudad, en el número correspondiente al 6 de enero próximo pasado en El Diario, en artículo titulado: Tierra del Fuego. Lasciate ogni speranza voi que entrate, Bahía Slogget, en el cual se me imputaban hechos desdorosos de índole criminosa, ejecutados en mi carácter de gobernador de dicho territorio; y hace tres días que he llegado a esta ciudad con el propósito de conocer en toda su verdad las imputaciones que se me hacen y demandar a su vez ante los tribunales ordinarios la prueba legal de las mismas y en su defecto el castigo condigno del calumniador.




Eran los primeros enfrentamientos entre los fueguinos del norte y los fueguinos del sur.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Mingo!

El teniente de navío Félix M. Paz tuvo el privilegio de ser el primer gobernador de la entonces llamada Gobernación de Tierra del Fuego, cargo éste que ocupó entre 1884 y 1890. Fue honrado con esta designación cuando solo tenía veinticinco años; había nacido en Tucumán en 1859.

El escritor Arnoldo Canclini, nos cuenta en uno de sus libros los primeros tiempos de Paz en la isla:

“El 24 de septiembre de 1883 fue designado subprefecto en la Isla de los Estados, y al parecer su nombramiento como gobernador lo encontró en Buenos Aires.

Consciente de su desconocimiento, al aceptar el puesto el 10 de diciembre, pidió pasajes a fin de ‘hacer el estudio previo, elegir asiento para la capital del territorio y proponer la división administrativa’; además solicitó que el (buque) Comodoro Py quedara en Ushuaia a sus órdenes para reconocimientos” (Canclini, Arnoldo: “La Armada Argentina en Tierra del Fuego. Presencia y Acción”, Instituto de Publicaciones Navales, 1º Edición, Buenos Aires, 1996).

Cabe mencionar que el “Comodoro Py” era un barco de 31 metros de eslora que había tenido participación en un hecho de importancia para la futura provincia. Me refiero a la División Expedicionaria al Atlántico Sur, la cual había sido creada por un decreto de Julio A. Roca – entonces Presidente entre 1880 y 1886 – y de Benjamín Victorica (su Ministro de Guerra) fechado el mismo día en que Paz fuera nombrado subprefecto en la Isla de los Estados. Este decreto disponía la instalación de subprefecturas marítimas, para lo cual se utilizarían un grupo de embarcaciones, todas a las órdenes del Coronel de Marina Augusto Lasserre. El “Comodoro Py” sería una de ellas.

Tras un paso por Punta Arenas, donde el Gobernador F. Sampayo le brindó algunas informaciones, Félix M. Paz llegó a Ushuaia en el “Villarino”. Nos cuenta Canclini:

“Al día siguiente, Paz comenzó su tarea, recorriendo el lugar y visitando la Misión ‘a fin de obtener los datos necesarios para orientarme en un territorio que me era desconocido’. El 25 de febrero (de 1884) se embarcó para tener una idea de cómo era el territorio que debía gobernar (...). Seis horas le llevó ir hasta Lapataia, donde vieron algunos yaganes que cultivaban papas y nabos, lo que mostraba la influencia de los misioneros. Al día siguiente (26 de febrero), volvieron hasta la Isla Gable, que creía una península y que le causó buena impresión. Solo había chozas vacías, pues sus pobladores había muerto en una epidemia el año anterior”.

En este punto, podríamos suponer que Paz había estado también el día anterior en Isla Gable, ya que si bien Canclini no lo explicita, al indicar que día 26 “volvieron hasta la Isla Gable”, sobrevuela la idea de que el Gobernador Paz estuvo allí en su recorrida del día anterior. Esta posibilidad se refuerza si pensamos que el día 25 de febrero le tomó seis horas llegar a Bahía Lapataia desde Ushuaia, tiempo por demás suficiente para una navegación entre ambos puntos.

CONTINÚA EN EL SIGUIENTE COMENTARIO

Anónimo dijo...

VIENE DEL COMENTARIO ANTERIOR

“En Pictón - continúa Canclini -, recordaron el sacrificio de Gardiner y los suyos. Bahía Aguirre les produjo una triste sensación, tanto por lo desolado del lugar como por la memoria de los mártires. El 1º de marzo llegaron a Buen Suceso, que, según Paz, era un lugar ideal para un apostadero y un faro (...). El Comodoro Py estuvo en cierto peligro en Bahía Thetis, pero de todos modos recorrieron la zona, guiados por un indio del lugar que iba a bordo. Entonces pusieron proa al norte, en busca de la Bahía San Sebastián.

Trataron de aprovechar un promontorio de arena (en San Sebastián), para bajar dos botes de gente armada, ya que tenían miedo de los indios (...). Quedaron varados a dos millas de la costa y tuvieron que volver al Comodoro Py (...). Durante dos días estuvieron pugnando por llegar a tierra y, como solo tenían agua para cuatro días más, resolvieron ir a Punta Arenas (...).

Después de haber navegado once días, llegaron a la capital del Estrecho (*), donde se dividieron. La nave volvió a su puesto en Ushuaia y el gobernador esperó un paquebote de línea para embarcarse rumbo a Buenos Aires, a fin de proveerse de lo que necesitaba para ejercer sus funciones.

En la Capital presentó un informe detallado de veinte páginas, está fechado el 30 de abril (1884) (...). Proponía como capital a Ushuaia (que en el documento menciona como Wsohaia) y la división del territorio en tres departamentos (Ushuaia, Buen Suceso y San Sebastián), dos de los cuales eran simples regiones geográficas, de cuyo interior nada se sabía y donde no había ni un hombre blanco. Esto fue aprobado el 27 de junio (1884), mientras que el nombramiento de Paz recién fue ratificado por el Senado el 23 de mayo. Eligió colaboradores, algunos de los cuales se echaron atrás antes de salir. La historia de la adquisición de materiales y contratación de personal (...) resultó para el marino impacientado un mar más difícil de navegar que todas las ondas australes. Por eso, solo pudieron salir el 14 de enero de 1886, en un barco fletado a propósito; llegaron a Santa Cruz el 30 y el 5 de febrero a Ushuaia. O sea que habían pasado dieciséis meses desde que la bandera comenzara a flamear allí y aún estaba casi todo por hacerse (**).

En medio de un invierno tremendamente duro, que dificultaba las construcciones, el Gobernador resolvió ir otra vez a San Sebastián en el Comodoro Py (...). Tomaron el rumbo opuesto, o sea que primero se abastecieron en Punta Arenas. Esta vez tuvieron más fortuna, pues pudieron bajar a tierra y acampar y hasta entablar contacto con los indios. Mientras tanto, había tenido noticias del descubrimiento de oro (...).

Entre muchos otros, el metal atrajo al ingeniero Julio Popper, que llegaría, por un lado, a ser el personaje más notorio del norte de la isla, y por el otro el enemigo más enconado del gobernador, presuntamente por su propia megalomanía. Los avatares producidos por la acción de Popper hicieron que Paz renunciara en 1890, aunque había sido confirmado (reelegido) en 1886” (Canclini, Arnoldo: “La Armada Argentina en Tierra del Fuego. Presencia y Acción”, Instituto de Publicaciones Navales, 1º Edición, Buenos Aires, 1996).

Félix M. Paz falleció en 1903. Una calle en Ushuaia, en el casco histórico, recuerda su nombre.

(*) La fecha posible de llegada a Punta Arenas pudo haber sido el 8 de marzo aproximadamente.
(**) Se refiere al 12 de octubre de 1884.

Un saludo Mingo!
Hernán (Bs. As.).-