PREVISUALIZACIONES.1 Federico Rodríguez. A esos amores manchados por el tiempo.



Dedicado mayormente en los últimos años a la enseñanza, “El Fede” regresa a la edición literaria  con una obra plural a al que identificó como El mundo es una noche.

En ella se esparcen realizaciones de orden poéticas, humorismo –de la mano del ilustrador Germán Pasti-, cierto ensayismo apoyado en la crítica social a los hábitos contemporáneos, y un retorno a la poesía en rango de despedida. Y para quienes curioseando un lectura de cómo termina una obra una reflexión contundente que ya tenía recién conversada con Graciela y Angie: un cazador siempre tiene/que quedarse con hambre, lo que es decir tiene un final antropológico.

No es fácil usar palabras para comentar lo que las palabras horadan en nuestro ánimo en el tiempo de una lectura.

Lo que si fue fácil proponerme un juego, no leer de un tirón, sino espaciándome hora a hora en el seguimiento del hilo narrativo.

Mi relación temprana sobre estos hechos vividos y luego contados por el autor es mi última vigilia.

El libro, por su tamaño, entra perfectamente en un bolsillo de una campera, y caminó conmigo al lado del celular. A la hora de tener que manotear algo no lo hice con la máquina, lo hice con el espíritu del gran Rodríguez contenido en una obra que tendrá presentación en la próxima Feria del libro.

El mundo en una noche, rompe silencios.



 

 

¡Qué vida equivocada!

 



Ausente en la Gran Urbe, en cuyos arrabales transcurrió el día de su cumpleaños, el convecino Carlos Albornoz, -por razones fáciles de adivinar- prolongó su estadía en esa.

Entre quienes lo esperábamos en la Cámara de Mercaderes Zona Norte se podían ver caras largas porque la fecha inicialmente había sido programada para agasajar al más antiguo de sus fenicios..

El nivel de la aflicción fue bajando cuando se produjo en la parte esencial de este cónclave, que alentó una abundante secreción de jugos gástricos entre los concurrentes, y fue la degustación de una sabrosa ingesta de  pollo en salsa y fideos enrollables, donde más de uno pidió: ¡Repetición!

Se reflexionó sobre la vida y zonas aledañas, pensando: cuan diferente podría haber sido la vida del amigo si en su juventud –cuando era promesa futbolística con los colores del San Martín- hubiera tenido tan sano esparcimiento como el que ahora se estaba disfrutando.

Hasta que finalmente uno de los contertulios levantó  una copa invisible recordando amigo invisible y pronunció un epílogo lapidario para nuestros pesares: ¡No viniste, te jodiste!

Octubre 1 de 1921. Muerte y eclipse. Testimonio dado por Federico Echeleuilene a Nelly Iris Penazzo de Penazzo.

 


"Porque todo qèùqrqà (ser del sur) se encontraba acá donde está el Hotel San Martín, anzp'e (sierra Carmen Silva), vivía allí una joOèn (doctora), que murió en el año 1921.

Esa llevaba la descendencia de la Luna, JoOèn (doctora), también como la Luna. Se llamaba Hont'eèn, parecido que la mamá de Garibaldi.

Cuando murió dijo:

Que se va a oscurecer el Sol cuando yo muera.

Justo el día que murió en el 1921, fue un eclipse. Murió. Se oscureció el Sol.

Era JoOèn bastante grande. Ella quería sostener el alma del muerto, Kàzpìn kuaAn uie (alma vida volver). No puede Kàzpìn (alma) al muerto, la sostenía así en el aire. La veían todos.

Kázpìn es peluda, bien delgadita, como una muñeca, dicen que así la vieron. Ella la sostenía para ver si podía volver alma al muerto.

Tiempo primitivo me parece que había uno que hacía resucitar, porque también K'oQj (Mar), también quería hacerla resucitar a su hija Ochn (ballena), cuando murió. Pero el padre no pudo sostener su alma.

En ese tiempo todavía no había mar, entonces él se hizo mar, para hacer vivir a Ochn (la ballena), cuando murió.

Entonces en ese tiempo, todavía no se convertía, no había K'oOj (Mar).

Las K'oOj Tap (Bahía San Sebastián y Bahía Inútil), eran personas. No había mar. Ya se hizo mar él, entonces pudo Ochn (ballena) morir en el mar, no morir en tierra. Ya se convirtieron verdaderamente en ballenas y el padre se convirtió en mar.

Esa es la desaparición, desaparece K'oOj (mar) de la tierra, ya se convirtió. Así se fueron convirtiendo todos, cada uno en su lugar.

La indígena que murió el día del eclipse fue María, indígena ona, tercer acta de defunción del año. Deceso producido en Estancia Sara a consecuencia de una gripe. 82 años. Soltera. Testigos Francisco Saldivia y Paulino Alvarez.

Los datos fueron corroborados por la Estación Astronómica de Río Grande donde amablemente accedieron a mi pedido. La astronomía al servicio de la memoria.

Por fecha anual entre ese eclipse mortal y el de ayer hubo solo un día de diferencia.

EL FAMOSO RÍO GRANDE.3

 


  Y aparece el ORO NEGRO. Con el descubrimiento de hidrocarburos en el invierno de 1949. La cuenca fueguina avanzó con su potencial gasífero, y la vida de una pequeña aldea que había crecido en la desembocadura del gran río, tuvo su momento de boom: de inesperado progreso.

EVOCACIONES* Octubre 3 de 1876. Bridges, tras ser ordenado Ministro de la fe anglicana en Valparaiso, cuenta sobre alacalufes y las enfermedades de Ushuaia.

 



 

“El idioma de esta gente es casi ininteligible para mi, pero parecía ser de sonido similar al tsonaca y muy diferente al alaculoof. No hay ciervos en Tierra del Fuego y estos nativos, aunque visitan las islas, residen principalmente en Tierra Firme, donde los ciervos son abundantes.  Conocían unas pocas palabras inglesas, pero más de castellano, que habían aprendido de los indios tsonaca o patagones del Sur, con los cuales tienen intercambio los fueguinos del Estrecho. Estos visitantes fueron tratados amablemente por el capitán y la tripulación. . Pedían “Rum and tobacco”, al bizcocho lo llamaban “galleta”. No traían nada para vender, ni una sola arma para defenderse. Los cuatro eran personas bien maduras.

 

En la crónica publicada en el periódico misionero Bridges añadirá que “En tres ocasiones diferentes encontramos nativos de este lado de la Isla London y en un caso tuvimos al lado cinco canoas. El capitán y la tripulación trataron muy amablemente a los nativos”.

 

Tras la llegada a Ushuaia  Bridges completará su registro de novedades, donde aparecen problemas:

 

“Ha habido mucha enfermedad entre los indios aquí. Los principales síntomas eran al principio dolores agudos en el estómago, seguidos de ronchas, que pronto supuraban y formaban escaras similares a las del sarampión. Atacó a sus víctimas en rápida sucesión, de modo que hubo 25 enfermos a la vez y con verdadera necesidad de ayuda de nuestra Sociedad y sus agentes, que por su bondad y generosidad, han sido de gran consuelo para esta gente. Los adultos estuvieron más atacados que los jóvenes por la enfermedad que aun persiste. Inclusive la Sociedad ha tenido que dar combustible a los enfermos.  La enfermedad, al ser generalizada, ha reducido en mucho nuestros recursos de comida y de tal manera los medios para dar empleo y se han hecho mucho menos trabajo de lo que se hubiera logrado en otras circunstancias. Pero la salud en términos generales está mejorando día  a día”.

 

La enfermedad había aparecido entre los nativos ni bien el Allen Gardiner los dejó y regresó a Punta Arenas, entre los blancos la sintomatología era diferente: primaban fuertes diarreas y los niños presentaban escarlatina.

 

Bridges en este testimonio no denuncia muertes a causa de las enfermedades

La foto es de Lucas Bridges en un entierro canoero.

 

 

 

CONGREGACIÓN

 



El destacado mosquero, dibujante y nunca olvidado bancario Armando Milosevic fue esperado por sus relaciones en la Confitería del ex Cine Roca.

Por un momento el mundo parecía detenerse, y creíamos que nos íbamos a bajar, pero el mundo siguió andando y  así nuestro convecino disfruta de su última infancia.

En su primera infancia fue habitante del otro lado del río: la C.A.P. Corporación Argentina de Productores de Carne a donde la cigüeña lo traía, pero al encontrar clausurada la pista de aterrizaje de Aeroposta, terminó por dejarlo en las dependencias militares de la calle Thorne.

Hasta allí debieron llegar sus padres, cruzando en bote, y con la angustia de haber dejado a los dos hermanitos mayores al cuidado de unos vecinos.

Por suerte no estaba construido el puente Mosconi, que –con sus habituales aglomeraciones- podría haber demorado en mucho más el encuentro familiar.

Entonces vistió sus primeras prendas confeccionadas con camisas de capón (stoquinetes)

Cacho había llegado al mundo, y lo hacía para quedarse. Hay muchas cosas por recordar y en él: muchas más por hacer.

LRA 24 Y SU CINCUENTENARIO.41. Cuándo pa'Chile me voy. En la memoria de Guillermo Dell'ORO.

 


Mediados de los 80.

¿Quién, cómo y cuándo nos contactó con CD59, Radio Presidente Ibañez de Punta Arenas, Chile?. No lo recuerdo.

Radio Presidente Ibañez era una prestigiosa emisora de radio que estaba vinculada con la iglesia católica de la región magallánica chilena y particularmente con su Obispo, el Padre Tomás González.

El Director de la Ibañez era Roque Tomás Scarpa, tío abuelo del actual Presidente chileno Gabriel Boric.

Nuestra LRA 24 estaba dirigida por el recordado Miguel Bersier.

Nuestro contexto institucional se regía por una democracia que apenas transitaba dos años y medio de vigencia desde su restauración.

En Chile, Augusto Pinochet, llevaba ya trece años de permanencia en el poder.

A mediados del año 86 pusimos en marcha los "dúplex" que perduraron durante dos o tres años.

Los jueves desde las 11 de la mañana, Gustavo Coppola, Alejandro Díaz, Lucho Torres, el Chapulín Ferreyra, Enrique Bischof y yo, y con la asistencia técnica habitual de Ángel Acosta y Beto Bendaña, iniciábamos un diálogo interradial con los colegas Sergio Checho Aguilante y Juan Miranda, entre otros, lleno de camaradería y afecto, con un lenguaje descontracturado y dando un  servicio que se brindaba a nuestros oyentes de un lado y otro de la frontera con informaciones de interés y con mensajes desde y hacia el otro lado del "alambre", que fue rápidamente aceptado.

Creo importante resaltar el contexto político e institucional que regía en ambos países pues, indudablemente, eso se "filtraba" en los contenidos de nuestros diálogos con los colegas trasandinos.

Lo cierto es que entre más crecía la confianza entre todos quienes hacíamos los intercambios radiales, surgió la voluntad de desafiarnos deportivamente a través del fútbol y que ello sirviera como excusa para conocernos personalmente.

Así fue como para mediados del mes de septiembre de aquel año 1986, se decidió y organizó el primer viaje, que tendría como destino Punta Arenas.

Nuestra premisa era, en la medida de lo posible, conformar un "team" integrado por trabajadores de la emisora. No era fácil pues no todos nos dedicábamos habitualmente a la práctica futbolística. Pero no importaba demasiado. No íbamos a competir, íbamos a divertirnos y a conocer a nuestros colegas y su realidad.

Uno de los temas a resolver en ese primer viaje era el de la logística y el transporte. ¿Cómo íbamos a viajar?.

Se resolvió que fuera con tres vehículos: la rural del Director Miguel Bersier, el Peugeot 504 de Lucho Torres, y el BMW del chaque Acosta, recién salido del taller. Él no, el auto, se entiende...

El segundo de los temas a resolver era el de la indumentaria, pues nos pareció que ameritaba una presentación decorosa.

Rápidamente recurrimos a gente amiga, José Luis "Bocha" Cabezas, por entonces propietario de un kiosco muy conocido, que nos facilitó un conjunto de camisetas de color verde. Como era lógico, además de la inscripción de "Radio Nacional", correspondía que portáramos en nuestras espaldas la publicidad del comercio que tan generosamente nos había acompañado en la iniciativa.

Nunca imaginamos que eso podía generar alguna inquietud.

Pues sí la generó, como se verá.

La delegación de LRA 24 quedó conformada de la siguiente manera: Miguel Bersier, Rubén Rivarola, Ángel "el chaque" Acosta, Alberto Bendaña, Abel "chapalele" Torres, José Vargas, Lucho Torres, Alejandro "el zorro" Díaz, quien ésto escribe y Daniel Pisano, quien oficiaría como DT del equipo.

A pocos días de viajar, ocurre en Chile un hecho que conmociona y que tuvo una gran repercusión.  El 7 de septiembre de 1986 la organización chilena Frente Patriótico Manuel Rodríguez atenta contra la vida de Augusto Pinochet en cercanías de Santiago.

El dictador resulta ileso pero mueren cinco personas.

Nosotros, a punto de partir hacia Chile.

Se potencia la inquietud.

¿Por qué?.

Porque el kiosco que nos auspiciaba y cuyo nombre llevábamos en la espalda se llamaba Pinocho!.

Alias con el que despectivamente muchos opositores llamaban al general trasandino.

Y nosotros con "Pinocho" grabado en la espalda.

Eso, e imaginarnos el clima de recelo que podría recibirnos, sin que nosotros hubiéramos querido hacer algun juego con los nombres, fué una sola cosa.

La segunda inquietud, confieso, fué mía. Yo no estaba muy convencido de las "garantías" que me dió una y otra vez el chaque Acosta de que su auto llegaba perfectamente a Punta Arenas.

Con la primera inquietud, nada ocurrió. 

La segunda, se confirmó. Nos quedamos con el auto a mitad de camino, incomunicados y con la única posibilidad de llegar a Punta Arenas solo si alguno de los otros vehículos volvía a buscarnos.

Lo hicieron. Lucho Torres con su 504 con Rubén Rivarola como copiloto, en tiempos en que el camino era de ripio, regresaron, apuraron los tiempos y nos permitieron llegar sobre la hora. Tan raudo fué el viaje, que el retén de carabineros a 20 kilómetros de Punta Arenas ni siquiera pudo reportar nuestro paso.

Jugamos en el gimnasio municipal y el resultado deportivo fue catastrófico. Un poco como consecuencia del cansancio pero sobre todo, porque las reglas para jugar al fútbol de salón eran allí diferentes a las nuestras.

Lo demás fue todo entretenimiento, agasajos por doquier y la seguridad de próximos encuentros allá o acá como efectivamente ocurrieron en los años venideros.

Visto en perspectiva, pasados ya treinta y ocho años, aquello fue el inicio de una experiencia inolvidable que nos permitió ser testigos privilegiados de un proceso que culminó pocos años después con el rechazo a la continuidad del régimen dictatorial y el plebiscito donde triunfó el "NO" en Chile, lo que abrió las puertas a la democracia chilena que perdura hasta hoy y que llevó a quien fuera Director de CD59 Radio Presidente Ibañez a la Intendencia regional de Magallanes. Algo seguramente impensado para todos en aquel 1986...

 

 

 

ADRIAN BITSCH. Una semblanza de Carlos María Ratier.

 


Muy temprano a la mañana y por la tarde al ponerse el sol, la gente de campo se engancha con LRA 24 en una cita ineludible. Es que en el 640 del dial el Dr.Adrián Bitsch propone “intimar y conocerse” en una convocatoria de amigos. Al compartir LAVANDO CEBADURAS uno no puede por menos que imaginarse un cuadro: el de un grupo de ovejeros rodeando el fogón, mate girando de mano en mano, un receptor de radio encendido y todo enmarcado por las primera o últimas sombras de la noche.

20 años han transcurrido desde aquel primer programa inaugural en 1974, el que por su constancia envidiable, merece el reconocimiento de la comunidad fueguina. Acompañar al hombre de campo, contemplar su aspecto educativo y ejercer derechos soberanos  por el camino de la tradición, son los objetivos de don Adrián le imprime al programa de su idea y conducción. No es casual que los ciclos sean programados de Mayo hasta Agosto. Es que la brevedad de los días del invierno fueguino contrasta con el largo de sus noches. Sólo faltaría que don Adrián dijera “un mate y volvemos” en Agosto de cada año.

El Dr.Adrián Bitsh nació en Guer-Aide (Río Gallegos) el 15 de mayo de 1943m hijo de Ana Gezan y de Juan Herman Bitsh. El nivel primario lo inició en Río Gallegos, para finalizarlo en la Misión de la Candelaria de Río Grande de Río Grande  con compañeros como  Contreras, Chamaco Susñar, Calixto y Luchín Almonacid entre otros. El nivel medio lo hizo en la Pcia. De Buenos Aires en la compañía de Sulko y el Chango Romero. Eran épocas que la juventud debía migrar para estudiar. Fue luego en la Universidad de La Plata  que en 1966 finalizó su carrera universitaria en el Doctorado en Ciencias Veterinarias.

El 13 de enero de 1967, ya con su título bajo el brazo, volvió a Río Grande como médico veterinario de SELSA, organismo dependiente de la Secretaria de Agricultura y Ganadería de la Nación. Su vinculación como docente de la Misión de la Candelaria  se produce en 1968. Eran épocas en que el padre  Fueyo el Padre Muñoz eran sus directores. El Dr. Bitsch tiene desde entonces la cátedra de Zootecnia y más tarde también asimiló  la Jefatura de Trabajos Prácticos en la Cabaña Lanar del Establecimiento, lugar donde los bachilleres agrotécnicos cumplieron con las prácticas obligatorias. En este período le tocó a don Adrián ser testigo de toda la evolución y cabios de la escuela de la Misión en su faz educativa.

En 1981 el Gobierno del Territorio toma el programa que venía desarrollando SELSA y a partir de esa fecha, el Dr. Adrián Bitsch asume la responsabilidad  como Asesor del OPrograma de Control de Hidatidosis, el que continúa hasta hoy. Todos sabemos de las visitas anuales del Dr.Bisch a las estancias, vacunando perros ovejeros contra ese mal, con sueros por él mismo producidos, y también de las campañas educativas que se difunden en todos los ámbitos de la Provincia con respecto a esta enfermedad epidémica de nuestra zona.

Para continuar ampliando el programa del campo creó también en el programa “Al pie del mismo fogón” el que a partir del 6 de julio de 1988 es difundido por Radio Nacional los domingos a la mañana. En este caso, profesionales agrónomos y veterinarios lo acompañan en el abordaje de temas rurales con criterio científico.


El Dr. Adrián Bitsch profesional no descuidó los aspectos más íntimos y personales de su vida. Apenas regresado a Río Grande en 1967 contrajo matrimonio con Lidia Elina Mariani. Dios los premió con cinco hijos (María Lura, Federico, Martín, Valentín y Matías). Con orgullo nos cuenta que María Laura ya les ha dado el primer nieto.

Con su humildad proverbial y trato excento de toda soberbia, Adrián Bitsch, el profesional, docente y funcionario es antes que ello un ser excepcional , que junto con Lidia supieron creara una maravillosa familia, de la que hoy es destacado para proyectarlo como ejemplo para nuestra comunidad.



Nota de cierre. Adrián falleció el 30 de septiembre de 2011.

Carlos encontró su final en Misiones el 1 de marzo de 2022.

Hay tópicos que no fueron incluidos en esta reseña que se dio para cuando Bitsch fue nombrado ciudadano ilustre: sus libros, la Fiesta, el Monumento y la Plaza del Ovejero, su trabajo en la Comisión Pro Templo de María Auxiliadora-

LOS ANTIGUOS POBLADORES Y SU RELACIÓN CON EL MEDIO.7(*)

 


¿Quiénes eran aquellos primeros vecinos de Río Grande, en ciernes de ser algún día capital económica de la Tierra del Fuego?

En gran medida extranjeros, algunos que ya había pasado por su experiencia rural que les había permitido acumular ahorros, relaciones, y con ello ingresar en una etapa pueblera que cuando se tenía familia –cosa que no siempre se permitía en las estancias- era también pensar en la escuela.

El niño se argentinizaba en la escuela, y muchos otros argentinos no habían, como ser los hijos de los inmigrantes.

El argentino tenía un destino de mando, no de trabajo, lo menos que podía aspirar era ser capataz y con ello en muchas de estas miradas hacia un pasado industrioso no los encontramos con facilidad… Cuando aparecen en la primera etapa de nuestra vida urbano/patoril, ese argentino, esta mestizado de alguna forma.

-¡Yo trabajo de argentino. Ché!-era un dicho que se relacionaba en este sur casi con el vivir sin trabajar.

El aprovechamiento de recursos naturales a partir de la posesión tan preciada de la tierra, y  la bendición del agua daban pie a las primeras familias para mejorar su condición de vida y luego –solo en algunos casos- ejercer cierto comercio lucrativo con el producto de sus actividades.

Con esto nos atrevemos a hablar de algunos de los componentes activos del escenario que hemos descrito más arriba, y el primero de ello será:

 

El chancho.

                   Tal vez proveniente de alguna estancia amiga, de su compra, del excedente en una chacra, su propiedad estaba dada en la mayoría de los casos en función de su consumo en determinada época del año. Alguna Navidad, algún Año Nuevo. O se trabaja con especial dedicación en el engorde del mismo, o los chanchos aparecían a cierta época del año en alguna pensión u hotel, pensando en el banquete a término. Su cuidado y alimentación era encomendada con practicidad a alguien que se encargaba de la prosperidad del animal a sacrificar; lo que también comprendía –en algunos casos- la eliminación de ratas que suelen acompañar a las presencias porcinas. El chanchero en esos casos no pasaba de ganar alojamiento y comida mientras duraba la larga espera; pero en otros estaba su conocimiento en el carneo –ruidoso y terrible ceremonial-  y en la posterior elaboración de cecinas. Por los años 60 se limitó la cría urbana que en ciertas áreas de la población eran desagradables al olfato. La práctica de controles de triquina, llevaron a detectar focos alarmantes de la enfermedad con lo que terminó de erradicarse su cría en el entorno riograndense, al menos por dos décadas.



 

Las gallinas

                 …y los gallos que eran nuestros despertadores naturales en días en que no hacía falta levantarse mucho antes que saliera el sol. Criadas en gran número evadían los cercos y asaltaban las veredas y calles en días indelimitados. Alimentarlas significaba comprar por bolsas sus requerimientos. El gallinero era, en muchos casos, objeto de un esmero mejor y de mayor cuidado que la vivienda misma. De la gallina venían los huevos, que en buena medida eran comercializados en el vecindario que carecía de este recurso. ¡Felices días sin colesterol! Cuando la producción crecía en número a la demanda se les colocaba la fecha de recolección para orientaer su consumo. Y que más que dice que de las gallinas salía el puchero o la cazuela, con recetas que respondían a tradiciones diversas, consumo fijo en el almanaque semanal de las ingesta familiares. Pero además. Een un nivel intermedio, estaban los pollos, los que pensados al asador podían ser los mismos que engalanaban las fiestas populares: ir a un baile era pensar entre otras cosas en la alegría de comprar un pollo y comerlo con la mano. ¡Las quejas de las bellas damas que sentían sobre su hombro las manos de su compañero de danzas, untuosas de su alimento!

Cuando llegaba el momento de reponer la dotación de ponedoras se pensaba en los pollitos BB. ¡La alegría al recibirlos!, se elegía para ellos el mejor lugar, y estaban con su bullicio y sus emanaciones a veces en la cocina, en la sala, hasta debajo de las camas de los chicos que se entretenían despertando en la mitad de la noche par ver como estaban; siempre con una lámpara –de alto consumo- prendida para ejercer en ellos los efectos de una incubadora. ¡Los pollitos! Hoy te encariñabas con ellos y en un emotivo apretón un poco fuerte terminaban por morir en tu mano. Los pollos, ya más crecidos, a los que les ponías un nombre y un buen día te lo estabas comiendo…

Otras aves de corral más escasas fueron pavos y gansos, los que ponen más ruido que otra cosa a nuestros recuerdos.

 

(*) Recuperamos en el tiempo esta conferenciada dada el viernes 18 de noviembre de 2011, en el hotel atlántida, como parte4 de la CELEBRACION DE LA OBRA DE SAN VICENTE

DE PAUL EN RIO GRANDE

COMIDAS DE LA PATRIA GRANDE: EL JORAPA.



 

Y esto nos vino de la familia Ortigoza, bien condimentado, y con el explicativo del caso.

Según la mitología guaraní, el Karaí Octubre sale del monte y llega a los hogares al inicio del décimo mes para castigar a quienes no han sido previsores. Por ello, no debe faltar en la mesa del mediodía del 1 de octubre un suculento plato de jopara (mezcla o combinación en guaraní)plato típico paraguayo que lleva carne y porotos, con la intención de conjurarlo, ya que este duende no se queda en los lugares donde hay abundancia.

De acuerdo a la leyenda, la abundancia de la comida alejará al duende y con él se irán la escasez y la pobreza. El mitico Karaí Octubre (Señor Octubre) es una figura petisa y barbuda de rasgos duros, que usa un sombrero de paja y lleva un látigo en sus manos.

Según la tradición, octubre es el mes en que escaseaban los alimentos: la mandioca, el maíz y otros vegetales que son más difíciles de conseguir en el campo. Algunas de las costumbres de antaño de los abuelos, bisabuelos, en otras épocas era por ejemplo levantarse bien temprano con un látigo, un chicote o un cinto en mano y pegar en todos los rincones de las habitaciones diciendo “para que se retire el Karaí Octubre de esta casa”, o bien dejar un plato de comida en la puerta de la vivienda para que el que pasara por allí se la llevara o invitar a los vecinos ese dia con un plato preferentemente de guiso

Otra antigua costumbre de los abuelos y bisabuelos era soplar con energía en tres rincones de una habitación de la vivienda, preferentemente con un silbato o corneta, dejando un espacio libre donde estuviera una abertura puerta o ventana para que por allí se escape, huya atemorizada la miseria y no regrese jamás a nuestra casa.

Del Gran Chaco he venido,

y en este suelo fueguino,

me voy abriendo camino,

por cosas que da el destino.

Y llega un día en Octubre

dónde alienta la esperanza

y voy llenando mi panza

con las cosas de esa tierra.

Y lo mucho que se encierra

al vivir en las nostalgias.