Mediados de los 80.
¿Quién, cómo y cuándo nos contactó con CD59,
Radio Presidente Ibañez de Punta Arenas, Chile?. No lo recuerdo.
Radio Presidente Ibañez era una prestigiosa
emisora de radio que estaba vinculada con la iglesia católica de la región
magallánica chilena y particularmente con su Obispo, el Padre Tomás González.
El Director de la Ibañez era Roque Tomás
Scarpa, tío abuelo del actual Presidente chileno Gabriel Boric.
Nuestra LRA 24 estaba dirigida por el
recordado Miguel Bersier.
Nuestro contexto institucional se regía por
una democracia que apenas transitaba dos años y medio de vigencia desde su
restauración.
En Chile, Augusto Pinochet, llevaba ya trece
años de permanencia en el poder.
A mediados del año 86 pusimos en marcha los
"dúplex" que perduraron durante dos o tres años.
Los jueves desde las 11 de la mañana, Gustavo
Coppola, Alejandro Díaz, Lucho Torres, el Chapulín Ferreyra, Enrique Bischof y
yo, y con la asistencia técnica habitual de Ángel Acosta y Beto Bendaña,
iniciábamos un diálogo interradial con los colegas Sergio Checho Aguilante y
Juan Miranda, entre otros, lleno de camaradería y afecto, con un lenguaje
descontracturado y dando un servicio que
se brindaba a nuestros oyentes de un lado y otro de la frontera con informaciones
de interés y con mensajes desde y hacia el otro lado del "alambre",
que fue rápidamente aceptado.
Creo importante resaltar el contexto político
e institucional que regía en ambos países pues, indudablemente, eso se
"filtraba" en los contenidos de nuestros diálogos con los colegas
trasandinos.
Lo cierto es que entre más crecía la confianza
entre todos quienes hacíamos los intercambios radiales, surgió la voluntad de
desafiarnos deportivamente a través del fútbol y que ello sirviera como excusa
para conocernos personalmente.
Así fue como para mediados del mes de
septiembre de aquel año 1986, se decidió y organizó el primer viaje, que
tendría como destino Punta Arenas.
Nuestra premisa era, en la medida de lo
posible, conformar un "team" integrado por trabajadores de la
emisora. No era fácil pues no todos nos dedicábamos habitualmente a la práctica
futbolística. Pero no importaba demasiado. No íbamos a competir, íbamos a
divertirnos y a conocer a nuestros colegas y su realidad.
Uno de los temas a resolver en ese primer
viaje era el de la logística y el transporte. ¿Cómo íbamos a viajar?.
Se resolvió que fuera con tres vehículos: la
rural del Director Miguel Bersier, el Peugeot 504 de Lucho Torres, y el BMW del
chaque Acosta, recién salido del taller. Él no, el auto, se entiende...
El segundo de los temas a resolver era el de
la indumentaria, pues nos pareció que ameritaba una presentación decorosa.
Rápidamente recurrimos a gente amiga, José
Luis "Bocha" Cabezas, por entonces propietario de un kiosco muy
conocido, que nos facilitó un conjunto de camisetas de color verde. Como era
lógico, además de la inscripción de "Radio Nacional", correspondía
que portáramos en nuestras espaldas la publicidad del comercio que tan
generosamente nos había acompañado en la iniciativa.
Nunca imaginamos que eso podía generar alguna
inquietud.
Pues sí la generó, como se verá.
La delegación de LRA 24 quedó conformada de la
siguiente manera: Miguel Bersier, Rubén Rivarola, Ángel "el chaque"
Acosta, Alberto Bendaña, Abel "chapalele" Torres, José Vargas, Lucho
Torres, Alejandro "el zorro" Díaz, quien ésto escribe y Daniel
Pisano, quien oficiaría como DT del equipo.
A pocos días de viajar, ocurre en Chile un
hecho que conmociona y que tuvo una gran repercusión. El 7 de septiembre de 1986 la organización
chilena Frente Patriótico Manuel Rodríguez atenta contra la vida de Augusto
Pinochet en cercanías de Santiago.
El dictador resulta ileso pero mueren cinco
personas.
Nosotros, a punto de partir hacia Chile.
Se potencia la inquietud.
¿Por qué?.
Porque el kiosco que nos auspiciaba y cuyo
nombre llevábamos en la espalda se llamaba Pinocho!.
Alias con el que despectivamente muchos
opositores llamaban al general trasandino.
Y nosotros con "Pinocho" grabado en
la espalda.
Eso, e imaginarnos el clima de recelo que
podría recibirnos, sin que nosotros hubiéramos querido hacer algun juego con
los nombres, fué una sola cosa.
La segunda inquietud, confieso, fué mía. Yo no
estaba muy convencido de las "garantías" que me dió una y otra vez el
chaque Acosta de que su auto llegaba perfectamente a Punta Arenas.
Con la primera inquietud, nada ocurrió.
La segunda, se confirmó. Nos quedamos con el
auto a mitad de camino, incomunicados y con la única posibilidad de llegar a
Punta Arenas solo si alguno de los otros vehículos volvía a buscarnos.
Lo hicieron. Lucho Torres con su 504 con Rubén
Rivarola como copiloto, en tiempos en que el camino era de ripio, regresaron,
apuraron los tiempos y nos permitieron llegar sobre la hora. Tan raudo fué el
viaje, que el retén de carabineros a 20 kilómetros de Punta Arenas ni siquiera
pudo reportar nuestro paso.
Lo demás fue todo entretenimiento, agasajos
por doquier y la seguridad de próximos encuentros allá o acá como efectivamente
ocurrieron en los años venideros.
Visto en perspectiva, pasados ya treinta y
ocho años, aquello fue el inicio de una experiencia inolvidable que nos
permitió ser testigos privilegiados de un proceso que culminó pocos años
después con el rechazo a la continuidad del régimen dictatorial y el plebiscito
donde triunfó el "NO" en Chile, lo que abrió las puertas a la
democracia chilena que perdura hasta hoy y que llevó a quien fuera Director de
CD59 Radio Presidente Ibañez a la Intendencia regional de Magallanes. Algo
seguramente impensado para todos en aquel 1986...
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