Sin poder considerar el hombre su utopía de viajar por el tiempo, la historia –como una suerte de arte iniciático- le da la posibilidad con cierta dosis de racionalidad e imaginación de acercarle el pasado.
Es así como hoy nos
encontraremos con el Río Grande de 1937, un viaje que tiene su rendevú, su sensación que ya lo hemos
hecho antes.
Porque el espacio
que vamos a visitar es el de nuestro pueblo, pero cuando este crecía,
lentamente pero crecía en este lado del
río, pero muy dependiente del otro.
Tres hoteles: el
Comercio, el Progreso y el Argentino apuntalaban la idea del confort, pero
junto a ellos prosperan otros de menos nombres, o sin nombre siquiera puesto
que se identificaban con el apellido o el apodo de su propietario. Casi no
había vivienda en Río Grande donde no
hubiera al menos una cama de mas al
servicio de la hospitalidad, o del recurso que podía dejar a la vida económica
familiar la incorporación de un pensionista en forma estable o esporádica.
El pueblo tenía
además tres importantes casas comerciales: Ibarra, Raful, y desde comienzos del
año La Anónima, el gran establecimiento del sur argentino, instalado sobre el
comercio de Eduardo Van Aken.
¿Habría competencia
de precios o servicios en aquel entonces? ¿O cada establecimiento tenía ya sus
clientes inveterados?
La Anónima estará al
servicio de las estancias grandes, que hasta el momento se aprovisionaban directamente
en sus almacenes de Punta Arenas y Río
Gallegos. Raful e Ibarra tenían entre su clientela a los estancieros chicos,
esos que hacía aumentar el número de establecimientos rurales hasta llegar en
algo más de una década a los denominados “60 ganaderos”. Ellos compraban en sus
locales con créditos que se saldaban con la venta de la lana o los corderos, y
a su vez vendían algunos aspectos de su producción a sus mismos proveedores.
Tanto Raful como Ibarra no desdeñarían la posibilidad de tener su propia
chacra, su propia estancia.
Una Comisión de Fomento administra la cosa pública municipal desde hace
nueve años. La integran Francisco Bilbao, Federico Ibarra, Nicolás
D’Onofrio, Pablo Imboden, que ante su
traslado como director de escuela buscará ser reemplazado por Amadeo Soto, y
ausente la mayor parte del año Eduardo Van Aken. Durante 1937 atenderán
preocupaciones diversas: la construcción de la plaza –que se inaugurará el 16
de diciembre-, la evaluación de los inmuebles en vista al posterior cobro de tributos,
el mejoramiento del camino de La Vega, y la segunda cuadra de la Avenida, gestiones para lograr la habilitación de un
nuevo predio para cementerio,
autorizaciones para alambrar lotes rurales, rebajas en las
contribuciones de limpieza urbana por un 50%, compra a la empresa Schmidt de
vagonetas y rieles para la obra de apertura de calles, adquisición en Buenos
Aires –casa Colmegna- de patentes para camiones, automóviles, carretas y
perros, ampliación del ejido urbano hasta el río Chico por el norte y hasta el
cabo Peñas por el sur haciendo incluir al Frigorífico.
Con la evaluación la comuna de entonces tendrá un ingreso adicional al
regular por patentamiento comercial y vehicular, y serán los primeros
contribuyentes del impuesto territorial los siguientes vecinos: Eduardo Van
Aken, Simón Kokic, Miguel Susic, Benita Vda. De García, Federico Ibarra,
Esteban Kóvasic, Aurelio Mazzioti, Evangelista Azocar, Jorge Draguísevic.
Alejandrino Cárdenas, Amanda Traba de Van Aken, Santiago González, Salomón Bunader,
Manuel Anllo, Raful y Roque, Tránsito Mansilla Cárdenas, Juan Guerra, Juan
Ferrando, Francisco Bilbao y Manuel Ardanaz.
Pero la primer reunión de la Comisión de Fomento se da en razón de un
hecho luctuoso: vuelca en el río el bote San Jorge muriendo su propietario Juan
Lijó y tres pasajeros Juan Galindo,
Angel Castillo y Damián Witto,
gente sin familia en la localidad. Los dos últimos eran empleados por Vialidad
en el campamento de Cabo Peñas y andaban buscando afanosamente repuestos para
un camión en los comercios de la localidad, cuando en un retorno al sur
abordaron el bote de triste final. Aquel 12 de febrero murieron 4 de los 14 que
fallecerían en todo el año.
Algunas autoridades del Río Grande del 37: Fausto Herrera, comisario;
Juan Cabezas, jefe de Tierras, José Duardo encargado de rentas aduaneras, en
tanto que ocuparon sucesivamente el Juzgado de Paz Oscar Raúl Fernández,
Salomón Bunader y Antonio Falgueras. Cónsul chileno Guillermo Salinas Rodríguez Peña, Director de
la Misión Salesiana R.P. Luis Carnino.
La vida del Río Grande de entonces residía en
su comercio, en las estancias y en el Frigorífico, no obstante ello 1937 marca
el comienzo de la prospección geológica con los trabajos en la Isla del Dr. de
Ferraris.
El Frigorífico desarrolló su tarea entre el 1 de febrero y el 27 de
marzo, faenando 217.196 corderos, y 13.404 capones, totalizando 3.263, 25
toneladas. Entre los 10 frigoríficos de la región argentina chilena mantenía un
claro liderazgo. Estaba escoltado por el de Río Seco con 2.963 toneladas y el
Swift de Río Gallegos, con 2.582, 2. El establecimiento recibirá a fines de
febrero la visita de Afonso Menéndez Behety y el inspector de estancias Juan
Rodolfo Jaca que recorren sus instalaciones y las de las estancias María
Behety, San Martín y José Menéndez antes de partir en vuelo de Aeroposta el 4
de marzo a seguir su actividad en Santa Cruz. Los visitantes pudieron apreciar
el trabajo iniciado también por el administrador del establecimiento John
Goodall, de siembra de salmónidos en los ríos y lados de la región.
La visita del alto ejecutivo de quienes eran en alguna medida, los
dueños de esta Patagonia, solo tuvo parangón en importancia y trascendencia en
la realizada por una comisión de Diputados que llegaron junto al gobernador en
el Patagonia, siendo agasajados por las autoridades locales con el tradición
vermouth de entonces. Esto ocurrió a partir del 2 de marzo –cuando todavía
estaba Don Alfonso- .los Diputados conocieron las oficinas públicas, obras de
Vialidad y estancias próximas, y se compenetraron de las necesidades más
urgentes de la población. En su informe final a la cámara los integrantes de
esta Excursión Legislativa formularan la urgencia ante el “Ministro de Hacienda pidiendo el
establecimiento de sucursales del Banco de la Nación Argentina en Río Grande, y
al Ministro del Interior, rogando la creación de una sala de primeros auxilios
en la misma localidad de Tierra del Fuego”. Solicitan a la vez la creación de
un internado escolar anexo a la única escuela fiscal.
Integraron aquella comisión Demetrio Buira, Félix Solana y Segundo Linares Quintana y los acompaño a Río Grande José Rezzano vocal del Consejo
Nacional de Educación. Debió haber llegado también por entonces Miguel Angel
Cárcano, Ministro de Agricultura y hombre de profundas preocupaciones sobre la
educación de los pueblos plasmada entonces en un libro titulado 800.000
analfabetos.. pero era difícil llegar tan lejos.
La memoria de los visitantes legislativos dirá de nuestro lugar: “Río
Grande es la población más importante comercialmente de la Tierra del Fuego.
Posee un Frigorífico en que se faenan 250.000 animales por año y que se halla
incluido en la cuota del Tratado Roca Runciman. Está rodeado por Estancias que
poseen hasta 200.000 ovejas cada una, con soberbias instalaciones para la
esquila del ganado general, cuidado y
defensa de planteles antes y antes y después de la parición sobre todo, etc.
Pues bien, la población de Río Grande no tiene médico ni siquiera una partera
diplomada. Es explicable entonces el éxodo de las mujeres embarazadas hacia la
vecina población de Magallanes. Una pequeña maternidad en Río Grande con un
médico, una partera y una enfermera, retribuiría el insignificante esfuerzo
pecuniario del gobierno federal dando todos los años a la República docenas de
hijos argentinos”.
Ya desde fines del año anterior, el flamante Club Social había
interesado a los propietarios rurales en una suscripción pública para adquirir
una Ambulancia, elemento del cual carecía la posta asistencial existente junto
al Frigorífico, donde estaba el único médico de la región pagado por los
propietarios del establecimiento y al servicio de los ganaderos.
En 1937 nació la Asociación Rural de la Tierra del Fuego como un
intento organizativo destinado a efectivizar propiedades sobre las tierras
públicas arrendadas, enfrentar la comercialización, en años de restricciones de
mercados por reservas sobre la existencia de aftosa, y replanteos de una
actividad que habiendo sido orientada
tradicionalmente desde Punta Arenas ahora –por exigencia del estado argentino-
debía ser orientada cada vez más hacia Buenos Aires.
Por origen y mentalidad los grandes ganaderos prestaban atención a
noticias que les trajeran información sobre el cambio de rey en Inglaterra, y
el prólogo romántico de una abdicación por amor, ignorando que el Partido
Nacionalsocialista Alemán tenía nuestra región en su mira, los funcionarios
sobre la marcha de una elección presidencial sin que se pudiera votar en
nuestro territorio, y el grueso de la población establecida –los chilenos- con
sus nostalgias no tan lejanas. La radio brindaba a veces la oportunidad de
romper el aislamiento. La estación costera de lograr cierta inmediatez en los
mensajes. El teléfono del norte fueguino llega a conectarse con el de Ushuaia.
El correo llega con cartas que siempre son cálidas, y también traen novedades
periodísticas que circulan de mano en mano. Y hay un correo oficial, que
funciona cerca de la costa, y está el otro correo.. que es el nombre del
servicio a Porvenir que lleva pasajeros salvando la dificultad de los caminos,
en tramos difíciles a la hora de los deshielos, donde se va un poquito a pié y
otro caminando. Allí el héroe cotidiano se llama Francisco Ross.
Las estancias experimentaron un duro invierno, que fue más cruento del
lado chileno, donde la Estancia Vicuña perdió 10.000 lanares. El censo
agropecuario de aquel año daría para la Tierra del Fuego argentino los
siguientes registros:
773.011 lanares
4.964 vacunos
4.847 caballos
559 cerdos
187 cabras
y 1 mula.
Resultaba más difícil saber de la población establecida. Las
apreciaciones hacían referencia a unos 4200 habitantes para todo el territorio,
con una mitad y más para el norte fueguino, que en la temporada estival veía
crecer en medio millar la cantidad de empleados del frigorífico, y muchos más
dispersos en las actividades estacionales la campaña.
Pero los inviernos despoblaban el campo y la zona urbana, de allí que
en medio de esa soledad física y
temporal surgió la necesidad de agruparse para un grupo de jóvenes en torno a
lo que sería proyectado en el tiempo nuestro Club San Martín.
Llega así el momento de brindar algunas apreciaciones sobre los
problemas de comunicaciones, siempre inquietantes en nuestro lugar.
Por vía marítima se contaba con los muelles de la Primera y Segunda
Argentina, situados en la margen sur y norte respectivamente del Río, eran
propiedades privadas controladas por la Prefectura, activos en demanda de la
actividad del sector ganadero. Durante 1937 opera como buque de estación en la
Tierra del Fuego, el Patagonia, que realizará en el trascurso del año 13 viajes
entre Ushuaia, Río Grande y Río Gallegos; teniendo relevancia a partir de
noviembre la llegada del primer barco de la naviera Peisci, el Lucho I, que
inaugurará un servicio por toda la costa hasta Buenos Aires en una acción que
se prolongará por más de 30 años.
Por tierra los ripiosos caminos reciben la atención de Vialidad, que en
año tendrá dos residentes Juan Franqueiro y José Finochio. El camino a Spíritu
Santo es encomendado a la empresa Schmidt, constructora del puente sobre el Río
Chico y el acceso al puente sobre el Río Grande, recibiéndose replanteos sobre
alambrados y enripiados., cuestas, faldeos y terraplenes La salida al norte
parece ser la menos conflictiva, los grandes estancieros siguen haciendo sus
negocios hacia Magallanes y ven innecesaria toda inversión en el Consorcio
Caminero que pretende abrir la comunicación hacia el centro y sur de la Isla.
El acceso al puente colgante debe ser afirmado con un contrafuerte de rollizos
al continuar anegándose por ambos lados haciendo dificultoso el paso de los
piños. Rumbo a Ushuaia se trabaja a la altura de Piedra Barco, con un
campamento en el denominado Paso Medina..
Los caminos buscan dar salida a las estancias hacia el puerto de Río
Grande, y por entonces crece el transporte automotor. La Anónima realiza su
cotización de carburantes: Nafta en tambores de 210 litros a 0,23. Nafta en
cajones 10,75 c/u con bonificación mas de 5 cajones 0,20 por cajón. Kerosene en
cajones 8,50 c/u con bonificación mas de 5 cajones 0,40 por cajón.
El 2 de abril se da una situación
auspiciosa cuando ingeniero de Vialidad concretan el cruce a caballo por
donde pasará el camino, en Ushuaia son recibidos con alborozos y festejos, Sarita
Shtherland –joven protagonista de esa travesía- ha dejado testimonio sobre
aquellas vivencias con quienes pretendían superar las incomunicaciones.
El viaje a caballo se prolongará a partir de este año en un servicio
regular de Ponny Expreso por parte de personal policial que va a recorrer a
caballo en verano, y en esquí en invierno, el sitio cordillerano llevando
correspondencia oficial en uno y otro sentido.
Pero el progreso más elocuente lo experimenta la aviación. Después de
realizar convenios con el gobierno Aeroposta incorporará a su flota tres
trimotores Junker a los que bautizará como Pampa, Patagonia y Tierra del Fuego.
Partirán en vuelos semanales desde el Frigorífico, llevando 17 pasajeros y tres
tripulantes, llegando a la Capital Federal en un día.. El costo del pasaje es
de $ 530, cobrándose de ida y vuelta $ 930. Tarifas prohibitivas para un sector
mayoritario de la población, un ovejero cobrara $ 100 al mes, aunque alguien se
preguntaría: ¿Qué querría hacer un ovejero en Buenos Aires?
Río Grande sigue
siendo un pueblo de amplios patios cercados con piquetes de seis pies de
altura, con divisiones interiores para quinta y aves de corral, con viviendas
que no saben de agua potable, que tienen iluminación a kerosene,y calefacción a leña. Donde algunas radios
brindan algún entretenimiento a la distancia. Casas de chapa y madera casi en
su totalidad, con algunos aprestos de modernidad cercanos, en la iniciativa de
los salesianos que colocan la piedra fundamental
para su nuevo edificio, y levanta paralelamente su casa parroquial en el pueblo
sobre un calle principal aun sin nombre.
El orden público lo garantiza la policía, cuyas instalaciones se
acomodan a esta descripción dada en La Prensa del 17 de mayo: “No pueden ser
más deficientes, los locales en que por lo general, funcionan las dependencias
policiales en los territorios, tanto en las capitales de ellos como en la
campaña viviendas ruinosas, insuficiencia de agentes, exceso de detenidos, calabozos
improvisados”.:
En las estancias,
gozando del favor de los propietarios, existen destacamentos que en algunos
casos reciben a un policía y su familia. Por disposición del 4 de septiembre la
Policía comienza a expedir Cédula de Identidad a los extranjeros “que en la
Dirección de Inmigraciones no registra ingreso, previo levantamiento de una
información sumaria donde conste sus medios honestos de vida, conducta y
comportamiento durante el tiempo de residencia en el país”. Es que en el Río Grande de 1937 la mayoría de
la población es extranjera.
Y vamos a finalizar esta reseña preliminar sobre aquel 1937, tiempo
fundacional del Club San Martín, con una detallada nómina ligada a hechos
vitales.
Como que aquel año nacerán 18 riograndenses:
Carmen Hermelinda Arteaga
Amparo Margarita Falguera
José Amado Santana Díaz
Esteban Pedro Capkovic
Ramón Segundo Leiva Mercado
María Elena Ortiz
Alberto Antonio Galvez
Benedicto Bernabé García
Orlando Antonio Arias
Aidee Ebe Imperial
Ilda Aguila
Agustín Miroslao Chamorro
Arturo Cárcamo
Ana Delgado Martínez Villarrea
Maria Carmen Vidal
Lucila Gallardo Alvarado
Carlos Osvaldo Oyarzún
Julia Urtado Vázquez
Como que aquel año se celebrarán diez matrimonios:
Antonio Cárcamo y Rosa Ballesteros
Ramón Oray y Adela Parra
Arturo Zbinden Shuter y Otilia Cárcamo Vidal
José Baldomero Barrientos y Senaida Barría.
Silvetre Benitez y Leonor Angélica Acuña.
Enrique Guardo y Adelina Almonacid.
Juan Visich y María Soto.
Pedro Gómez Aguilar y María Leonarda Aguilar Yates
Esteban Martínez Martos y Gladys Carey Etherindge
Francisco Navarro Muñoz y María Lastenia Díaz Diaz.
Y como que finalmente se lamentarán 14. defunciones:
Catalina Núñez Ona
Juan Lijó
Angel Castillo
Damián Wito
Juan Galindo
Lucerina Arteaga
Orlando Antonio Arias
Angela Pierina Carazzololo
Ismael Kaupatipesh
Federico Hein
Domingo Aguerre
Raúl Gómez Miranda
Romualdo Núñez
Simón Imperial.
En medio de esta cuadro social este trabajo dado Río Grande 12 de julio de 2004 a la hora 21m cobró continuidad escuchando una grabación testimonial tomada a Eduardo Camilo Rogolini Mayorga, compromiso que tenemos de volver a este blog y transcribirlo.
Foto: la vieja cancha.
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