Nacido en San Rafael llegó a Río Grande a principios de los
80 siguiendo la huella de sus primos Muñoz.
Su ingreso se produce a fines del 83 ingresando como
Auxiliar de Programación, en sus antecedentes figuraba ser Maestro de Teoría y
Solfeo, situación vinculante para alguien que debía moverse entre la música de
la discoteca. Allí le tocó encontrarse durante un tiempo con Pisto Arriagada,
que venía de la Ptx con Lucho Torres que era Locutor de 2da, y las redactoras
Fava y Pesce.
De tanto en tanto se sumaba a las tareas de operación dado
su aprendizaje en la agencia Guiando Publicidad de Guillermo Boucho, punto de
gestación de TVF.
Beto fue con Chachi Villarreal, los entusiastas que
comenzaron a manejar cuando en días menemistas se habilitó al Servicio Oficial
de Radiodifusión a vender publicidad.
De aquella pequeña experiencia hubo una serie de inversiones
en el mobiliario de discoteca y administración.
Tendría una suma de ejercitaciones de tareas radiales hasta
que fue nombrado director, con e ascenso del kichnerismo. Beto era un militante
radical ecuánime en su trabajo.
Durante su directoriado se suman los recuerdos: hay un
interés manifiesto por las transmisiones del básketbol, insertando a la gente
de la radio en el escenario nacional, cuando se sigue la campaña de los
créditos locales de El Sureño-Universitario.
A la hora de expandir límites de la tarea llevó al emisora
hasta la Isla de los Estados, a donde viajó acompañado del operador Luís
González y el periodista Sebastián Bendaña.
Cuándo fue relevado en sus tareas será reemplazado por
Alberto Bendaña. Entonces lo tendremos al tiempo con la responsabilidad de
manejar la página de internet.
Al momento de poner el dedo para marcar su última asistencia
nos resulta difícil condensar 40 años y 7 meses de vida radial.
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