El doctor Carlos Pacheco, su fallecimiento, y una carta pública de Hector Anibal Allen.

 

Comenzaba el año 1973, cargado de espectativas para la comunidad de Río Grande, cuando se producía el fallecimiento de este médico destinado a no ser olvidado por los vecinos que lo conocieron y lo valoraban.

Más allá de la profesión medica había sido por tres lustros protagonista de diversos aconteceres, educativos en el colegio secundario, deportivos en el automovilismo, solidario en cuestiones de índole religiosa.

Su deceso se produjo cuando debía tomar el cargo de director de hospital de Río Gallegos, y en la consternación de esos días se da esta carta de quien fuera Comisionado Municipal, el comisario Allen, hombre destinado a estimular en conocimiento de nuestro ayer.

Nos sencibilizamos con estas palabras publicadas en EL AUSTRAL del 15  de enero de aquel año.


Con el tiempo el nombre de Pacheco se le dió a la calle que une la margen norte con la margen sur del río, lugares donde tenía sus desempeños profesionales.

En algún momento se creyó que también incluía esta denominación al puente General Mosconi, por desprolijidades deliberativas.


1 comentario:

Armando Milosevic dijo...

Aparte de ser un muy buen y abnegado profesional médico, fue una gran persona, buen padre de familia vecino de mi barrio.CAP, y quien me operó de apéndice en el hospital del frigorífico cuando era pie,...también nos agarró un año.a muchos pibes de aquel entonces y pasamos todos por su bisturí en sacarnos las amígdalas, quienes sufrimos en esos entonces un invierno de nuestra niñez,...nunca será olvidado por quienes lo conocimos.